martes, 4 de junio de 2013

CAMUFLAJE SOCIAL


Me desperté temprano. Había estado despierta en el medio de la noche. Me asaltaban pensamientos, no podía dejar de pensar. Mi pareja estaba dormida. La suave luz de la mañana me despertó, lo primero que se me ocurrió fue la conclusión de todos aquellos oscuros pensamientos de toda una noche sin parar mi actividad cerebral. La frase brotó cuando mi pareja despertó y me pregunto: ¿qué tal mi amor? De mis labios salió esa frase tan elocuente, a modo de conclusión, de una noche convulsa . La mentira, o mejor, esa permanente  ocultación de la verdad, de las evidencias de la vida, redundante y real, protege a las personas y las envuelve de un camuflaje perfecto que ayuda a evitar conflictos emocionales constantes. Como camaleones en el árbol al acecho de un insecto que llevarse a la boca y evitar ser devorado. Así fluyó mi primera frase con sentido de la mañana.

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