Si tuviera que escribir por última vez, si este fuera mi ultimo alegato a la humanidad entera no sé que podría poner, ni decir. Tan solo la idea de pensarlo me marea, me impide pensar con lucidez. No sería un alegato de despedida, no tan siquiera un balance de lo vivido, no sé que podría ser. Lo estoy pensando tan rápido como que me queda un 4% de batería. Esto si puede ser un símil de la vida. Primero decir que se me acaba la energía, no tengo fuerzas para desarrollar un pensamiento constante, sostenido y defenderlo con un estilo sencillo y nada arabesco para que todo el mundo lo entienda. Serie un discurso, el último discurso dado en el 2017, año en el que el autor de este diario se queda sin pluma, ni papel, ni bolígrafo, ni tinta. Si, es una era digital pero para poder escribir necesitamos dar golpes al teclado utilizando los dedos y una poca energía que fluye a través de ellos y van descifrando el mensaje que el que escribe quiere transmitir. Un último adiós, porque cada vez que escribes te presentas, sueltas el rollo y te despides, quedándote tan ancho como quien suelta un dulce en una mesa y es consumido al instante por una boca voraz y a la espera de más y más dulces. Mi alegato tendría que ser así, dulce, como una nube, blanda y rosita, que juega con tu paladar y tu boca deleita una agradable sensación que te evoca todo el día. Así será el último escrito, casi imposible de describirlo, casi tan anhelate que te haga volver a leerlo una y otra vez, atrapado como una nube entre las muelas, difícil de digerir como una comida muy densa y que te llena hasta la saciedad completa de tu bolsa estomacal. Un escrito fluido, directo al corazón para que el lector lo encontrarse tan atractivo que lo leería muchas veces a lo largo de su vida, como la frase del grafiti que dice si volviera a nacer te buscaría y vivirá otros vez contigo y no dejaría de mandarte escritos todos lo días porque tú y solo tú serías el primero y no me importa el último en leerlo, por tú eres la razón de por qué escribo. Solo me queda el aliento de un 2% para poder seguir escribiendo. La agonía es lenta y se dilata en un tiempo que se deforma. Solo me quedaría por poner la posdata, un término que ya no se usa porque todo lo que se tiene que decir se dice en un wasa o twit o en un relato corto. Si tuviera que escribir un libro en una sola página y con todo el tiempo del mundo, decidiría hacerlo por ti
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