martes, 31 de enero de 2017

LA IMAGEN ESPECULAR



Hay dos formas de enfrentarte a la mañana, siendo un pasivo observador o un activo, que no activista, comunicador. Hoy decido no abrir ningún twit y pasar directamente a la acción y, a lo que más me gusta, escribir. Sobre educación y las brechas o desigualdades hay mucho que decir. Nos empeñamos en dar argumentos, hacer razonamientos basados en la información y llegar a conclusiones que nos hagan mejorar, incluso a nosotros mismos, empezando en la primaria y secundaria y terminando por estudios posteriores para mejorar la sociedad. Manejamos proyectos, organizamos el pensamiento humano en disciplinas, nos repartimos el trabajo, para que al final nos mezclemos y todos sepamos de todo. Si optamos por escribir es porque quizá nos parezca que algo interesante podemos comunicar. Si no tengo a nadie delante, necesito volcar mi pensamiento a golpe de teclado porque si no lo hago, perderé el discurso y puede que, entre medias, haya algo interesante que mi cerebro haya recogido de la interacción con los demás. Las ideas en caliente moderadas por la razón es el mejor argumento que podemos esgrimir. Pensar, y a la vez escribir, te devuelve la imagen especular, y como un espejo, la página te devuelve más o menos la forma parecida de tu pensamiento. Así, te puedes dar cuenta de las tonterías que puedes haber dicho pero, a diferencia de una conversación, las palabras no se las lleva el viento, permanecen agarradas con la tinta digital o en fotografías que reproducen tus pensamientos y que, de esta manera ya quedaran registrados. Así, ya son pasado y pueden ser analizados por técnicas “heurísticas”, termino aplicado a análisis de textos, con una metodología depurada y, entonces, saber si son más ciertas o menos ciertas y si son representativas del conjunto de una muestra donde tú podrías estar siendo analizado. Así son los estudios estadísticos, llegar a encontrar lo que uno quiere o puede, porque lo que queremos puede ser vivir en ese mundo ideal que no tenemos, el de las ideas en el aire, pasadas a una página o gráfico que perdurará por los siglos de los siglos salvo incendio o caída de un meteorito que inutilice los artefactos que permiten leer y traducir los mensajes. Bueno, ya me voy por las ramas. Regresó a mi realidad. A contar lo que se pueda y a enseñar lo que se dejen. ¡Buen día!

lunes, 23 de enero de 2017

SERIE ENSAYOS



LO QUE EL LENGUAJE ENSEÑA
Maite Pérez-Lozao Macías 
23-1-2017

El poder de las palabras al abrigo de la esperanza o de la desilusión. El lenguaje es la herramienta y los sentimientos el motor que las impulsa. Escribimos con el corazón, esa parte minúscula del cerebro que activa nuestras emociones. El sistema límbico, se llama así, porque no tiene una forma concreta o más bien porque representa un área de trabajo del encéfalo que se encarga de dirigir nuestros pensamientos. Cuando tenemos que rebuscar tanto en el lenguaje para comunicar mensajes es que nos estamos alejando de las verdaderas emociones y eso puede tener un peligro mayor, que nos haga apartarnos de la verdad, o de como los hechos tuvieron lugar. Escribir de forma rápida evita que seamos falsos, que digamos lo que el oyente no está preparado para escuchar o para regalarle a la oreja y contarle lo que nadie les había dicho antes. Ser sincero es una virtud pero que puede desagradar enormemente. Muchas personas prefieren ocultarse en la ficción para evitar decirla de una forma directa, o suben a un escenario a contar la verdad que otros han podido escribir o dicho y no se han atrevido a decirlo en la realidad sino sólo utilizando el manto de la ficción y que el buen actor la hace como suya. El lenguaje, como todo, tiene dos formas de interpretación extremas. Es una herramienta, y como tal se puede utilizar para una buena o una mala acción. Si eres muy sincero puede que las reacciones sean numerosas y, si no lo eres, puedes estar contribuyendo a la deformación de la realidad y que los demás crean que es así y, al final, acabas creando más desilusión y miedo al fracaso, pues la realidad casi siempre supera a la ficción (frase muy acertada que no sé quién fue el primero que la dijo o la sintió), pero es muy descriptiva y elocuente. Por eso, escribir es la forma más cercana de conocer y conocerte. Las emociones y los sentimientos que se ocultan y que solo se pueden demostrar con la físicalidad del cuerpo, afloran matizados mediante el lenguaje y no siempre llegan con su intención real, porque la otra persona lo está interpretando con sus códigos y escala de valores de sus propios sentimientos. Por eso, al final somos lo que decimos y escribimos, no es del todo descriptiva. Somos lo que olemos, tocamos, percibimos con los sentidos e interpretamos de acuerdo a nuestro acervo cultural que define ese estilo. Por eso la forma de hablar y escribir define una cultura. El cómo se identifica ya no sé, pero seguirá estando sujeto a los sentimientos y a la percepción, pero en este caso sí existe el respaldo de un conocimiento experto: la filología. Siempre es bueno que seamos representados por un ente que nos trascienda. En este caso, la estructura del lenguaje y cómo se ha configurado desde las propias personas que lo engendraron, se convierten en un aspecto muy interesante, pero poco instruido desde las escuelas.

jueves, 19 de enero de 2017

ENSAYOS DE NOTICIA

ENSAYOS DE NOTICIA
Maite Pérez-Lozao Macias
19-1-2017


¿Quién hace las réplicas a las noticias? ¿En el mismo periódico o fuera? ¿Contestas de forma individual y la editorial no se responsabiliza? Pero lo que se publica en la editorial, ¿es responsabilidad del periódico?

 Gracias a los medios, y por culpa de los medios, las noticias se difunden, se transforman y golpean en la sociedad. Aprender a interpretar el conocimiento que se acerca en las noticias es clave en nuestros tiempos de enseñanza.

Siempre me han interesado las noticias de ciencia, mucho más que las de economía o política. De joven, ni siquiera me interesaba ir a los periódicos para informarme, prefería escuchar a las personas informadas y ver las noticias en la TV y escucharlas en la radio mientras conducía. Los hábitos van cambiando y la sociedad con ello, o puede que al revés. Supongo que todo influye en todo. Ahora, después de recopilar noticias en un mismo periódico sin importar la editorial ni el propio periódico, solamente cogiendo el dato objetivo de la noticia, te das cuenta cómo los periodistas pertenecen a una misma escuela, la del periodismo, y tratan siempre de buscar y hacerse eco de lo que la sociedad piensa, percibe o cree que le interesa, para mantenerle en la línea de la información. Ser objetivo es casi imposible, pero ser ecuánime es más fácil. Se publica lo mismo en años y una misma noticia puede ser casi parecida con varias décadas entre unas y otras. Puede que se consulten o no las noticias publicadas o si son anteriores a la era digital sea más complicado y no se hace tanto. Cuando persisten las mismas ideas en una sociedad, cuando los patrones del cerebro son parecidos (y hoy, gracias a las neurociencias, ya se sabe cómo funciona), resulta que vemos que, mejor dicho, leemos una misma noticia con los mismos tintes de alarmismo y falta de conocimiento. El ser humano siempre quiere llamar la atención, a nivel personal o en el trabajo, incluso hasta la persona que aparenta más introversión, al final, todo el mundo quiere ser escuchado y sacar sus propias conclusiones porque, todos tenemos la razón o razones. Qué todo sigue igual y que la historia se repite ya me lo decía mi madre, sabia entre las sabias, como todas las madres, que viven diferentes épocas y observan de una forma empírica el mundo. Lo dicho, leer las noticias no solo es fuente para estar informado sino para hacerte una idea de cómo respira una sociedad. Aquí, se respira mucho volcanismo, porque las Islas Canarias son volcánicas y, de vez en cuando, un volcán nos recuerda el suelo que pisamos y además, nuestro suelo es pequeño y concentrado de volcanes. Un territorio muy activo geológicamente hablando.

lunes, 16 de enero de 2017

EL ÚLTIMO ALEGATO

Si tuviera que escribir por última vez, si este fuera mi ultimo alegato a la humanidad entera no sé que podría poner, ni decir. Tan solo la idea de pensarlo me marea, me impide pensar con lucidez. No sería un alegato de despedida, no tan siquiera un balance de lo vivido, no sé que podría ser. Lo estoy pensando tan rápido como que me queda un 4% de batería. Esto si puede ser un símil de la vida. Primero decir que se me acaba la energía, no tengo fuerzas para desarrollar un pensamiento constante, sostenido y defenderlo con un estilo sencillo y nada arabesco para que todo el mundo lo entienda. Serie un discurso, el último discurso dado en el 2017, año en el que el autor de este diario se queda sin pluma, ni papel, ni bolígrafo, ni tinta. Si, es una era digital pero para poder escribir necesitamos dar golpes al teclado utilizando los dedos y una poca energía que fluye a través de ellos y van descifrando el mensaje que el que escribe quiere transmitir. Un último adiós, porque cada vez que escribes te presentas, sueltas el rollo y te despides, quedándote tan ancho como quien suelta un dulce en una mesa y es consumido al instante por una boca voraz y a la espera de más y más dulces. Mi alegato tendría que ser así, dulce, como una nube, blanda y rosita, que juega con tu paladar y tu boca deleita una agradable sensación que te evoca todo el día. Así será el último escrito, casi imposible de describirlo, casi tan anhelate que te haga volver a leerlo una y otra vez, atrapado como una nube entre las muelas, difícil de digerir como una comida muy densa y que te llena hasta la saciedad completa de tu bolsa estomacal. Un escrito fluido, directo al corazón para que el lector lo encontrarse tan atractivo que lo leería muchas veces a lo largo de su vida, como la frase del grafiti que dice si volviera a nacer te buscaría y vivirá otros vez contigo y no dejaría de mandarte escritos todos lo días porque tú y solo tú serías el primero y no me importa el último en leerlo, por tú eres la razón de por qué escribo. Solo me queda el aliento de un 2% para poder seguir escribiendo. La agonía es lenta y se dilata en un tiempo que se deforma. Solo me quedaría por poner la posdata, un término que ya no se usa porque todo lo que se tiene que decir se dice en un wasa o twit o en un relato corto. Si tuviera que escribir un libro en una sola página y con todo el tiempo del mundo, decidiría hacerlo por ti

sábado, 14 de enero de 2017

SERIE ENSAYOS

Escenas de parque
Maite Pérez-Lozao 13-1-2017


La ficción contagia nuestras vidas. ¿Quieres casarte conmigo?-Le dice un adolescente a otro, portando un ramos de flores. ¿Estilo americano u ostentación de la ficción? Los artefactos nos transforman. El paisaje urbano está salpicado de personas hablando con los móviles como si fueran bocadillos a punto de ser comidos. Antes nos pegábamos el teléfono a la oreja pero ahora lo cogemos cuán rebanadas. Ahora ya no son teléfonos, solamente, son smart phones o teléfonos inteligentes. Una joven pasea a su perro y mientras va grabando esta audacia y transformando la acción a algo más que un simple paseo con su mascota. Quizá estaba contándole a su ser más querido lo bien que caminaba su perro. Cruzó la calle y me tropiezo por estar yo misma leyendo un whatsApp. El problema es que estaba cruzando un semáforo, menos mal que en rojo para los coches. Acabarán pensando las ciudades inteligentes para peatones absortos en sus apósitos inteligentes. Se me acaba de caer un pelo sobre la tableta y, al observarlo, parece un espermatozoide cruzando en el vacío de la pantalla digital. Lo orgánico se pierde en lo inorgánico. Cables y sensores para intentar comprender nuestro sistema. ¿Por qué está necesidad de comunicarnos constantemente con los demás? ¿Acaso no soportamos la soledad? ¿Acaso no soportamos la indiferencia de los demás? ¿Qué ocurre en nuestro cerebro? ¿Estamos siendo acosados por la conectividad que las máquinas nos proporcionan y nos enganchamos con el solo hecho de navegar en un mundo digital lleno de información de todos los conocidos y desconocidos del mundo digital? ¿Se pueden imaginar si llegásemos a contactar con los bichos y pudiésemos hablar, por ejemplo, con las hormigas y nos contasen cómo elaboran sus hormigueros y qué sienten en cada paseo para recoger víveres para alimentarse y sostenerse? Somos bichos en la colonia humana y todos hacemos lo mismo aunque nos creamos muy originales. Conocer lo que los demás hacen, imitar sus comportamientos y proponer otros para ser imitados nos ocupa buena parte del tiempo. Lo que nos queda para la soledad, sin estar atareados u ocupados como las hormigas o las abejas en un panal, es el tiempo para descansar y dormir, no pensar de forma consciente sino dejar a nuestra central de inteligencia que opere sola y sin más información que la que tiene almacenada y trabajando en modo ya autónomo. Lo demás, instantes de soledad en el tráfico digital ya no se encuentran ni en un simple paseo por el entorno urbano. Quizá necesitamos espacios de silencio, de no hacer nada, solo contemplar, respirar y liberar tensiones y malos pensamientos en contacto con la naturaleza. Idear espacios en la ciudad donde reine el silencio y que la única obligación sea eso, estar en silencio y escucharlo. Solo eso, silencio.

jueves, 12 de enero de 2017

EL SER Y LA DECONSTRUCCIÓN

El ser y la deconstrucción
Maite Pérez-Lozao Macías
12-1-2017


¿Qué es ser?
Tú y tu yo, el ser canario o español o catalán, el ser cultural, el ser innato, lo que viene sin aprender desde el nacimiento. El miedo a lo verde por ser dañino o la ignorancia al depredador puede que se adquiera en el medio o ya llevemos grabado en el cerebro reptiliano estilos de respuestas o comportamientos, el ser, conjunto de respuestas de cada individuo influenciadas por su entorno. Siempre ha sido un objeto de discusión que es lo primero si lo innato o lo adquirido. Obviamente así planteada la cuestión primero es nacer, luego lo que viene en el programa genético es lo inmediatamente heredado y, por tanto, adquirido. Puede que no sea una cuestión disociable, sino que hay que tratarlo como un problema unido y conmutativo. El programa es inducido por factores externos y se expresa en función del propio contenido y de cómo es modificado por estos factores o mejor variables, porque estos no son fijos. El ser ha evolucionado hasta la compleja humanidad, pero guardamos muchos comportamientos innatos y adquiridos por las variables del momento y que siguen condicionando nuestras respuestas. El ser chino o ser español en términos de ciudadano medio es muy ilustrativo de cómo el ser es variable por el entorno sociocultural y todo lo que le queramos asociar. Luego, ¿qué nos queda de lo propio y de lo ajeno? Pues lo interesante de la vida, quizá, es descubrirnos a nosotros mismos, vernos en los demás y los demás que se vean en nosotros, así debe funcionar. Las neuronas espejo llamadas así para que entendamos este concepto, la realidad se presenta en una forma idéntica, simétrica, pero pasada por un plano que nos devuelve nuestra imagen. Entonces, ¿qué es el plano o cuál es el plano de la reflexión? Nunca mejor dicho, el pensamiento de que mantenemos una misma naturaleza, estamos hechos de los mismos ladrillos, las células, y su comportamiento, como parte de un sistema llamado tejido, realiza una determinada función y no más. Se comporta de acuerdo a su esencia. Este significado de la esencia puede ser el que nos ayude a descubrir la propia. Un amasijo de tejidos funcionando y orquestado por el tejido nervioso que comunica e interpreta lo propio y lo ajeno, para dar como resultado un conjunto complejo como es el ser viviente y que no para de descubrir nuevas formas de estar y ser, como las diferentes culturas que nos han precedido y nos sucederán.


martes, 10 de enero de 2017

ENSAYOS DE PROFE




POR CONTAR

El número 10, redondo y finito, concreta la unidad, la decena, y es el número mágico para el estudiante. En Canarias, se utiliza la expresión "del 10" para expresar no tanto el número como el buen grado. 
Nos gusta nadar en potencias de 10 y casi todo gira de 10 en 10. Y yo me pregunto, ¿habrá alguna relación mental directa que se relacione con este bienestar por contar de 10 en 10?
Las primeras decisiones celulares desde la célula huevo son dividirse a la mitad. De una célula salen dos y de cada una de esas dos otras dos. En este caso, la base es dos y el número de veces que se repite enorme, casi infinito. Así, van apareciendo los conjuntos celulares que darán lugar a los órganos y a la propia forma del cuerpo. Todo ello dirigido por el programa genético y orquestado por la epigénesis, conjunto de variables del entorno que van activando o desactivando zonas del ADN que expresan genes para crear el territorio llamado cuerpo. Lo que hace variar al individuo no sólo es su sello genético sino más bien el entorno en el que el programa se desarrolla. Los efectos del medio ambiente que rodea a esas células en su medio interno son cruciales para marcar diferencias, anomalías e incluso enfermedades. Es aquello de que el todo es más que la suma de las partes.
¿Pero qué relación tiene todo esto con el 10? Puede que ninguna pero si nos empeñamos en descubrirla, seguro que la acabemos viendo. Esta parte subjetiva de la ciencia siempre está. Algunos de los descubrimientos clave han sido realizados al azar o por errores en la experimentos. Esto se conoce con el nombre de serendipia, supongo que la palabra tendrá su origen en algún nombre o al primero que le pasó o que se dio cuenta del número tan grande de serendipias en la historia de la ciencia.
Qué cuadren las cuentas no es fácil, pero si nos empeñamos lo haremos. Tener un modelo estandarizado para poder referirnos a él es una necesidad. Acercarnos a la perfección, a ese 10 gordito y rechoncho que algún día se cruza en nuestro camino, nos dispara la adrenalina y nos da alas para perseverar y volver a tener una recompensa que a muchos les engancha. “Del 10” sacar un 10, cuando el 10 es sinónimo de felicidad.