El 24 de enero nació,
no sé en qué momento pero sí dónde:
El norte de Castilla la alumbró,
Región montañesa, por excelencia,
Llamada Reinosa.
Podría ser de origen celta,
Parecía foránea,
Guapa, robusta, elegante, sensible….
Era mi madre.
Conoció la guerra,
Vivió la posguerra,
Se casó con mi padre,
Bohemio sin nave
Patrón de aventuras.
Sus cuadros, sus hijos,
esperanzas e ilusiones,
Cumplidas con esa mujer,
Enigmática y distante,
Su mejor conquista.
Cuánto amor y cuánta admiración encierran tus palabras, mi querida Maite. Tú has heredado sin duda la fortaleza, la originalidad y la personalidad de tu madre. No tuve la suerte de conocerla pero estoy segura de que, teniéndote a mi lado cada día, recibo parte de su influencia.
ResponderEliminarGracias por este escrito lleno de sensibilidad que nace de lo más profundo de tu corazón. Para mí ha sido el mejor modo de despedir este martes tan intenso y lluvioso.
Espero verte pronto. Mañana hablamos. Un beso, preciosa.
Gracias Myriam, dejar volar la imaginación sin trabas y desvelar tus sentimientos es fácil, en la distancia, en tu intimidad. Lo difícil es hacerlo en el espacio público. Pensar en ella me ayuda a comprenderme mejor. Y eso sé que lo compartimos.
ResponderEliminarMuchos besos