Leí un artículo muy interesante sobre el origen de las religiones y el cerebro humano, publicado en el periódico Público, del día 2 de abril de 2010, en relación con la publicación del libro titulado “God´s brain” de Lionel Tiger y Michel Mc Guire, ambos norteamericanos.
No nos dicen nada nuevo, pero sí emplean argumentos científicos para explicar porque existen más creyentes que no creyentes. Que es algo inherente a la especie humana está claro, si es invento o no, seguimos sin poder demostrarlo. ¿No es la ciencia también un invento humano para explicar el mundo que nos rodea? Si se trata de saber si es mejor o peor, la cuestión no va de gustos, sino de actos de fe, te lo crees sí o sí; o si es una cuestión de salud, parece que nos conviene creer. Esta es la razón para que haya más creyentes que no creyentes; y es un rasgo que persiste por los mecanismos químicos de defensa del propio cerebro. Me estoy imaginando la "burla" o el despecho hacia los creyentes de cuantos se hieren de forma consciente en los rituales: ¿será que son híperfelices y necesitan sufrir para ganarse el cielo…?
El coctel de serotonina, dopamina y oxitocina, todos ellos neurotransmisores parecen disminuir la tensión o el stress que genera la incertidumbre. No saber que nos depara el futuro,o peor aún, si existe un futuro después de la única certeza que tenemos, la muerte, este cómo será.
No me encaja que el miedo a que hay después de la muerte sea el desencadenante de una selección natural, con la balanza inclinada hacia los creyentes. Enhorabuena a los creyentes, yo aunque me lo proponga como deber no me nace, probablemente no tengo el gen de la religión o no lo necesito porque tengo otras formas para liberar estos cócteles; por ser madre, oxitocina, por ser amante, dopamina mas oxitocina y por ser deportista y bailarina, supongo que además la serotonina. Seran las denominadas endorfinas... De todas formas aunque se demuestre que los gorilas son capaces de identificar el mal y el bien, la moral, muchos de los que se dicen creyentes tienen una doble moral, luego no me convence el argumento de que hay más creyentes por cuestiones químicas.
Para mi es una cuestión de gustos, educación y cultura; o al revés; cultura, educación y gustos; o ¿educación, cultura y gustos?. Creo que nunca podremos llegar a saber que es primero, si el huevo o la gallina, porque, o hay un creador que puso la gallina, o de un huevo mutado salio otro ser, y de ahí ya tenemos al creador, y así sucesivamente para llegar a la idea de los ciclos y el infinito ...
Sin embargo en la cuestión del cerebro y la religión hasta que no salgamos de nuestra mente no estaremos en disposición de omitir un juicio objetivo. La persistencia de algo que se cae por si solo, sin el acto más ciego y más puro de convicción, denominado fe, sigue siendo un misterio, y aunque busquemos explicaciones más racionales, y seamos infelices por ello, los agnosticos, trataremos de explicar la realidad y sus incertidumbres utilizando el sentido común y la lógica del conocimiento científico.
Maite
No hay comentarios:
Publicar un comentario