Desde la azotea de su casa, cada mañana que abría la puerta de la terraza, salía a echar un vistazo y vislumbraba siempre el mismo panorama; un polígono de añorada naturaleza, un espacio cuidado, una zona de descanso y recreo..., un lugar para la relación, donde cohabitan nuestro pensamientos con nuestros compañeros más preciados, silenciosos y complacientes, el parque donde solía jugar.
Esas verdes y fastuosas plumas, elegantes y esbeltas; tiesas pero flexibles, pavos sin movimiento, pero constantemente articuladas por las brisas; con sus ramilletes dorados, nos evocan pasajes, nos proponen acciones, nos ilustran y contagian su esplendor.
Sentada a los pies de un árbol, sacó la pluma que le había regalado su abuelo y decidió experimentar el arte de escribir. En un principio no sabía que contar, qué escribir, pero pronto se le fue iluminando su intelecto y dejándose llevar comenzó su primer relato corto.
Al llegar a casa y releer sus notas sintió aquella musicalidad en sus escritos, orgullosa y plena de satisfacción decidió escribir todos los días a los pies de un árbol, sin importar en que lugar del mundo se encontrará, pero tenía que luchar por conservar a esos seres silenciosos, solemnes compañeros de la humanidad, que sin ellos se podría llegar a extinguir la llama de la pasión por conocer y comprender la propia esencia de la humanidad, y peor aún la de la propia naturaleza.
Maite
Es un espacio íntimo para la expresión escrita: relatos cortos, poesías, ensayos,... y, en general, borradores, apuntes, notas de momentos de inspiración que no quiero perder y recuerdos para el futuro.
viernes, 30 de abril de 2010
jueves, 22 de abril de 2010
CAPITULO II
Diario del investigador 11.15 “Ayres”,Santa Cruz de Tenerife, 22-abril-2010
Ya sólo me falta un grupo de 1º de ESO para terminar el vaciado del cuestionario sobre percepción y concepción del riesgo. Tengo que empezar a preparar la ponencia, al menos hacer un esquema previo o borrador de lo que voy a contar, y después pasarlo a inglés. Estos días no estoy de buen talante, no por nada en especial; quizá tengo demasiado tiempo para pensar, y no siempre es recomendable.
Hay cuestiones que requieren de un pensamiento profundo, muy consciente, de un chequeo constante y reevaluador de los datos; incluso si responde a una intuición, donde aparentemente no entra este pensamiento, o no somos conscientes de hacerlo y por eso es intuido, es necesario para una toma de decisión aunque no inmediata sí relevante para la propia cognición o comprensión del problema.
Los adolescentes requieren actividades muy pensadas y programadas para que no entren en pensamientos letárgicos que les impidan trabajar operativamente, con la intuición del momento y ser realmente estimulantes, motivadoras o causales de una actividad intelectual sostenida e interesante y quizá entretenida, e incluso lograr que sean divertidas.
Ahora me fumaría un cigarro, pero como hay un bebe en un cochecito,…,mis principios me lo impiden, aunque claro los padres ni se lo habrán planteado o ¿tienen otros planteamientos o principios?
Este pequeño conflicto personal me hace transportar de nuevo mis pensamientos hacia otros problemas de la sociedad. Existe una gran diversidad de criterios de aplicación de normas que nos confunde a todos, y hace replantear o los principios o las normas, o sacar leyes para que regulen las normas. Si la educación es aceptar unos principios y unas reglas, unos modos de hacer o unos comportamientos, tenemos que ponernos de acuerdo y ser valientes para defenderlos.
Si en ese centro público no se puede entrar con gorras o velos, y sólo los del velo se quejan; ¿qué pasa con los de las gorras?…;¿habremos superado los significados que conllevan las gorras?; ¿Estaremos por fin “educados” y nos quitaremos la gorra?. Si dejamos que todo se mezcle en un mar confuso de indecisiones no podremos dar nunca respuesta al problema. Hay que ser honestos y dejar limpio el núcleo del problema y puede que entonces las partes se entiendan; claro siempre que juguemos con las mismas reglas, normas o principios. Esto es lo que tiene la pluralidad.
Pensando en la maraña que entretejemos con nuestras ideas se me viene a la cabeza el ADN, las propias redes neuronales y la inmensidad del universo, y se me ocurre además, que desde nuestra insignificante y minúscula situación, podemos entrever múltiples marañas que podríamos llamar “poliversos” (supongo que ya se le habrá ocurrido a alguien este término, pero yo lo desconozco, y me permito su autoría en mi diario), y desde esta perspectiva comprobar cuan insignificantes son muchos de los problemas a los que hoy en día damos relevancia por la cuestión mediática.
Por fin me he podido echar un cigarro, un momento de desconexión con la maraña.
Maite
Ya sólo me falta un grupo de 1º de ESO para terminar el vaciado del cuestionario sobre percepción y concepción del riesgo. Tengo que empezar a preparar la ponencia, al menos hacer un esquema previo o borrador de lo que voy a contar, y después pasarlo a inglés. Estos días no estoy de buen talante, no por nada en especial; quizá tengo demasiado tiempo para pensar, y no siempre es recomendable.
Hay cuestiones que requieren de un pensamiento profundo, muy consciente, de un chequeo constante y reevaluador de los datos; incluso si responde a una intuición, donde aparentemente no entra este pensamiento, o no somos conscientes de hacerlo y por eso es intuido, es necesario para una toma de decisión aunque no inmediata sí relevante para la propia cognición o comprensión del problema.
Los adolescentes requieren actividades muy pensadas y programadas para que no entren en pensamientos letárgicos que les impidan trabajar operativamente, con la intuición del momento y ser realmente estimulantes, motivadoras o causales de una actividad intelectual sostenida e interesante y quizá entretenida, e incluso lograr que sean divertidas.
Ahora me fumaría un cigarro, pero como hay un bebe en un cochecito,…,mis principios me lo impiden, aunque claro los padres ni se lo habrán planteado o ¿tienen otros planteamientos o principios?
Este pequeño conflicto personal me hace transportar de nuevo mis pensamientos hacia otros problemas de la sociedad. Existe una gran diversidad de criterios de aplicación de normas que nos confunde a todos, y hace replantear o los principios o las normas, o sacar leyes para que regulen las normas. Si la educación es aceptar unos principios y unas reglas, unos modos de hacer o unos comportamientos, tenemos que ponernos de acuerdo y ser valientes para defenderlos.
Si en ese centro público no se puede entrar con gorras o velos, y sólo los del velo se quejan; ¿qué pasa con los de las gorras?…;¿habremos superado los significados que conllevan las gorras?; ¿Estaremos por fin “educados” y nos quitaremos la gorra?. Si dejamos que todo se mezcle en un mar confuso de indecisiones no podremos dar nunca respuesta al problema. Hay que ser honestos y dejar limpio el núcleo del problema y puede que entonces las partes se entiendan; claro siempre que juguemos con las mismas reglas, normas o principios. Esto es lo que tiene la pluralidad.
Pensando en la maraña que entretejemos con nuestras ideas se me viene a la cabeza el ADN, las propias redes neuronales y la inmensidad del universo, y se me ocurre además, que desde nuestra insignificante y minúscula situación, podemos entrever múltiples marañas que podríamos llamar “poliversos” (supongo que ya se le habrá ocurrido a alguien este término, pero yo lo desconozco, y me permito su autoría en mi diario), y desde esta perspectiva comprobar cuan insignificantes son muchos de los problemas a los que hoy en día damos relevancia por la cuestión mediática.
Por fin me he podido echar un cigarro, un momento de desconexión con la maraña.
Maite
jueves, 15 de abril de 2010
El porvenir de la ciencia.
Foro ideas para cien años. Primera charla con Pedro Miguel Echenique Landirivar y Carlos Martínez Alonso; el primero Físico nuclear, premio Príncipe de Asturias de la investigación y catedrático de Física de la materia condensada, y el segundo Biólogo, Doctor en inmunología.
Según Pedro M. Echenique, la unificación de las 4 leyes de la física en una constituiría un corolario que daría respuesta a algunas de las cuestiones que nos afectan. Conocer la naturaleza de los objetos y sus propiedades emergentes no deducibles, como es el caso de la propia vida, son cuestiones o interrogantes futuros. La conciencia y la mente, son grandes incógnitas. “La ciencia avanza creando el caos y encontrando el orden”.
La Ciencia no puede resolver, sola, todos los interrogantes, es necesario la convergencia de varias ciencias y de otras esferas de conocimiento, como el arte, la cultura,…
La interdisciplinaridad hará entender los problemas, y es necesario fomentar la creatividad.
Europa se está quedando atrás por falta de inversión y la arquitectura no favorece la heterogeneidad ni potencia la autonomía de las personas. Dejar libertad a los investigadores, y no limitar la creatividad. El excesivo utilitarismo no es rentable.
El reduccionismo ontológico enfrenta posturas en la ciencia. El científico extrae el problema esencial. La ciencia cree que la naturaleza es comprensible y reducible a algoritmos matemáticos. (Menciona el “encantamiento”, concepto de Charles Scott Holton).
Según Carlos Martínez, el cambio en la percepción de donde venimos, a raíz de los nuevos hallazgos fósiles, ha desdibujado el mapa de la evolución humana. El cerebro es el órgano vital menos conocido. ¿Se podrá llegar a controlar la conducta humana? Se abre un debate ético muy importante y comparable al del genoma humano.
“En los bordes de las ciencias está el concepto de transdisciplinaridad, y lo que hará que avancen y progresen las respuestas”. Según Claude Allègre, político y geoquímico francés, controvertido por presentar posturas críticas contra el cambio climático, dice que un mundo en constante crisis requiere un análisis multiparamétrico que no pueden realizar los políticos, por lo que utilizan el principio de precaución, y se responde tarde a las crisis. Cita el ejemplo de la enfermedad de las vacas locas. Otro autor citado, Edward Osborne Wilson, biólogo humanista; en su libro Consilience, hace un análisis sobre el método científico y llega a la conclusión de que los economistas son los únicos que no utilizan el método científico. Lo que se deduce que ni los políticos ni los economistas están en condiciones de resolver las crisis.
Termina la charla con una cita de Pedro Echenique: “el valor de la ciencia es que intenta entender la complejidad”.
Maite
Según Pedro M. Echenique, la unificación de las 4 leyes de la física en una constituiría un corolario que daría respuesta a algunas de las cuestiones que nos afectan. Conocer la naturaleza de los objetos y sus propiedades emergentes no deducibles, como es el caso de la propia vida, son cuestiones o interrogantes futuros. La conciencia y la mente, son grandes incógnitas. “La ciencia avanza creando el caos y encontrando el orden”.
La Ciencia no puede resolver, sola, todos los interrogantes, es necesario la convergencia de varias ciencias y de otras esferas de conocimiento, como el arte, la cultura,…
La interdisciplinaridad hará entender los problemas, y es necesario fomentar la creatividad.
Europa se está quedando atrás por falta de inversión y la arquitectura no favorece la heterogeneidad ni potencia la autonomía de las personas. Dejar libertad a los investigadores, y no limitar la creatividad. El excesivo utilitarismo no es rentable.
El reduccionismo ontológico enfrenta posturas en la ciencia. El científico extrae el problema esencial. La ciencia cree que la naturaleza es comprensible y reducible a algoritmos matemáticos. (Menciona el “encantamiento”, concepto de Charles Scott Holton).
Según Carlos Martínez, el cambio en la percepción de donde venimos, a raíz de los nuevos hallazgos fósiles, ha desdibujado el mapa de la evolución humana. El cerebro es el órgano vital menos conocido. ¿Se podrá llegar a controlar la conducta humana? Se abre un debate ético muy importante y comparable al del genoma humano.
“En los bordes de las ciencias está el concepto de transdisciplinaridad, y lo que hará que avancen y progresen las respuestas”. Según Claude Allègre, político y geoquímico francés, controvertido por presentar posturas críticas contra el cambio climático, dice que un mundo en constante crisis requiere un análisis multiparamétrico que no pueden realizar los políticos, por lo que utilizan el principio de precaución, y se responde tarde a las crisis. Cita el ejemplo de la enfermedad de las vacas locas. Otro autor citado, Edward Osborne Wilson, biólogo humanista; en su libro Consilience, hace un análisis sobre el método científico y llega a la conclusión de que los economistas son los únicos que no utilizan el método científico. Lo que se deduce que ni los políticos ni los economistas están en condiciones de resolver las crisis.
Termina la charla con una cita de Pedro Echenique: “el valor de la ciencia es que intenta entender la complejidad”.
Maite
jueves, 8 de abril de 2010
El cerebro y la religión
Leí un artículo muy interesante sobre el origen de las religiones y el cerebro humano, publicado en el periódico Público, del día 2 de abril de 2010, en relación con la publicación del libro titulado “God´s brain” de Lionel Tiger y Michel Mc Guire, ambos norteamericanos.
No nos dicen nada nuevo, pero sí emplean argumentos científicos para explicar porque existen más creyentes que no creyentes. Que es algo inherente a la especie humana está claro, si es invento o no, seguimos sin poder demostrarlo. ¿No es la ciencia también un invento humano para explicar el mundo que nos rodea? Si se trata de saber si es mejor o peor, la cuestión no va de gustos, sino de actos de fe, te lo crees sí o sí; o si es una cuestión de salud, parece que nos conviene creer. Esta es la razón para que haya más creyentes que no creyentes; y es un rasgo que persiste por los mecanismos químicos de defensa del propio cerebro. Me estoy imaginando la "burla" o el despecho hacia los creyentes de cuantos se hieren de forma consciente en los rituales: ¿será que son híperfelices y necesitan sufrir para ganarse el cielo…?
El coctel de serotonina, dopamina y oxitocina, todos ellos neurotransmisores parecen disminuir la tensión o el stress que genera la incertidumbre. No saber que nos depara el futuro,o peor aún, si existe un futuro después de la única certeza que tenemos, la muerte, este cómo será.
No me encaja que el miedo a que hay después de la muerte sea el desencadenante de una selección natural, con la balanza inclinada hacia los creyentes. Enhorabuena a los creyentes, yo aunque me lo proponga como deber no me nace, probablemente no tengo el gen de la religión o no lo necesito porque tengo otras formas para liberar estos cócteles; por ser madre, oxitocina, por ser amante, dopamina mas oxitocina y por ser deportista y bailarina, supongo que además la serotonina. Seran las denominadas endorfinas... De todas formas aunque se demuestre que los gorilas son capaces de identificar el mal y el bien, la moral, muchos de los que se dicen creyentes tienen una doble moral, luego no me convence el argumento de que hay más creyentes por cuestiones químicas.
Para mi es una cuestión de gustos, educación y cultura; o al revés; cultura, educación y gustos; o ¿educación, cultura y gustos?. Creo que nunca podremos llegar a saber que es primero, si el huevo o la gallina, porque, o hay un creador que puso la gallina, o de un huevo mutado salio otro ser, y de ahí ya tenemos al creador, y así sucesivamente para llegar a la idea de los ciclos y el infinito ...
Sin embargo en la cuestión del cerebro y la religión hasta que no salgamos de nuestra mente no estaremos en disposición de omitir un juicio objetivo. La persistencia de algo que se cae por si solo, sin el acto más ciego y más puro de convicción, denominado fe, sigue siendo un misterio, y aunque busquemos explicaciones más racionales, y seamos infelices por ello, los agnosticos, trataremos de explicar la realidad y sus incertidumbres utilizando el sentido común y la lógica del conocimiento científico.
Maite
No nos dicen nada nuevo, pero sí emplean argumentos científicos para explicar porque existen más creyentes que no creyentes. Que es algo inherente a la especie humana está claro, si es invento o no, seguimos sin poder demostrarlo. ¿No es la ciencia también un invento humano para explicar el mundo que nos rodea? Si se trata de saber si es mejor o peor, la cuestión no va de gustos, sino de actos de fe, te lo crees sí o sí; o si es una cuestión de salud, parece que nos conviene creer. Esta es la razón para que haya más creyentes que no creyentes; y es un rasgo que persiste por los mecanismos químicos de defensa del propio cerebro. Me estoy imaginando la "burla" o el despecho hacia los creyentes de cuantos se hieren de forma consciente en los rituales: ¿será que son híperfelices y necesitan sufrir para ganarse el cielo…?
El coctel de serotonina, dopamina y oxitocina, todos ellos neurotransmisores parecen disminuir la tensión o el stress que genera la incertidumbre. No saber que nos depara el futuro,o peor aún, si existe un futuro después de la única certeza que tenemos, la muerte, este cómo será.
No me encaja que el miedo a que hay después de la muerte sea el desencadenante de una selección natural, con la balanza inclinada hacia los creyentes. Enhorabuena a los creyentes, yo aunque me lo proponga como deber no me nace, probablemente no tengo el gen de la religión o no lo necesito porque tengo otras formas para liberar estos cócteles; por ser madre, oxitocina, por ser amante, dopamina mas oxitocina y por ser deportista y bailarina, supongo que además la serotonina. Seran las denominadas endorfinas... De todas formas aunque se demuestre que los gorilas son capaces de identificar el mal y el bien, la moral, muchos de los que se dicen creyentes tienen una doble moral, luego no me convence el argumento de que hay más creyentes por cuestiones químicas.
Para mi es una cuestión de gustos, educación y cultura; o al revés; cultura, educación y gustos; o ¿educación, cultura y gustos?. Creo que nunca podremos llegar a saber que es primero, si el huevo o la gallina, porque, o hay un creador que puso la gallina, o de un huevo mutado salio otro ser, y de ahí ya tenemos al creador, y así sucesivamente para llegar a la idea de los ciclos y el infinito ...
Sin embargo en la cuestión del cerebro y la religión hasta que no salgamos de nuestra mente no estaremos en disposición de omitir un juicio objetivo. La persistencia de algo que se cae por si solo, sin el acto más ciego y más puro de convicción, denominado fe, sigue siendo un misterio, y aunque busquemos explicaciones más racionales, y seamos infelices por ello, los agnosticos, trataremos de explicar la realidad y sus incertidumbres utilizando el sentido común y la lógica del conocimiento científico.
Maite
jueves, 1 de abril de 2010
Un día especial
Celebrar el día del cumpleaños es una costumbre, es un ritual de nuestra cultura y supongo que de otras muchas. No sé a qué momento hay que remontarse para conocer los orígenes de este ágape, pero para mi lo que verdaderamente se celebra es el nacimiento en si mismo , y seguir estando presente. Cumplir una año, cambiar de número o hacer balance de lo que ha sido el año pasado para seguir apreciando la vida y evolucionar segun tu nuevo dato.
Si no hay dulces, no hay celebración. Algunos apreciamos lo dulce por el sabor; otros apreciamos el cariño de los que nos han hecho una tarta; y la mayoría asocia la tarta a la celebración, con independencia de su sabor, color, aroma o artesano que la creó. Hay gustos y sabores, como hay opiniones y personas.
Desde aqui va mi sincera felicitación a mi compañero sentimental desde hace 30 años; mi amigo inseparable, y con los mejores deseos de seguir añadiendo juntos no solo años, sino estupenos y buenos momentos, y que sean todos ellos como un permanente ágape por festejar, cada segundo o milésima de segundo, como un "cumple" más. La vida es un regalo y como tal la debemos entender.¡FELICIDADES!
Maite
Si no hay dulces, no hay celebración. Algunos apreciamos lo dulce por el sabor; otros apreciamos el cariño de los que nos han hecho una tarta; y la mayoría asocia la tarta a la celebración, con independencia de su sabor, color, aroma o artesano que la creó. Hay gustos y sabores, como hay opiniones y personas.
Desde aqui va mi sincera felicitación a mi compañero sentimental desde hace 30 años; mi amigo inseparable, y con los mejores deseos de seguir añadiendo juntos no solo años, sino estupenos y buenos momentos, y que sean todos ellos como un permanente ágape por festejar, cada segundo o milésima de segundo, como un "cumple" más. La vida es un regalo y como tal la debemos entender.¡FELICIDADES!
Maite
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