INTERACCION Y HORMONAS

SERIE ENSAYO DE DIVULGACIÓN 


Desde muy pequeñitos nos han contado que todos los seres vivos realizan las tres funciones básicas: nutrición, relación y reproducción. En ingles se usa interaction, lo cual define un poco mejor o, confunde menos, que es la vida en términos de relación. 

Los seres vivos se comunican entre si con un lenguaje, aparentemente sencillo, sin gramática ni sintaxis. Es un lenguaje químico que viene predeterminado en nuestro genes y que ha ido evolucionando con el progreso de la vida. Son las hormonas los intermediarios en la comunicación entre el medio externo y el interno.

La función de relación, o la interacción entre individuos de una misma o distinta especie, viene regulado por las denominadas feromonas, hormonas de la comunicación. Sustancias químicas liberadas al aire que ponen en contacto organismos a través de un código de señales que el organismo identifica y responde con su sistema nervioso. Son aerosoles o moléculas que los órganos olfativos identifican y provocan una respuesta de tipo defensivo, estado de alarma, territorialidad, ...., que garantizan la pervivencia de las especies.

Especies de invertebrados como las abejas, hormigas y termitas, utilizan las feromonas para realizar sus colmenas, hormigueros o termiteros.  Son ejemplos las hormonas sexuales o la misma adrenalina que es susceptible de ser olida por animales que la detectan y la identifican con el miedo o la debilidad y lo aprovechan para su propia supervivencia. Es el denominado instinto básico.

En el caso humano, la pérdida de la capacidad olfativa habrá llevado alguna ventaja en la recepción de otros estímulos más eficientes para vivir en las sociedades humanas, complejas, en constante cambio y competencia. La evolución biológica y cultural ha llevado a perder parte del lenguaje químico en beneficio de la inteligencia que permite responder a situaciones más complejas.
Vivir en un entorno social, complejo de relaciones, como es el sistema  alcanzado por los seres humanos, ha hecho que aparezcan nuevas respuestas más elaboradas por el cerebro mas evolucionado del reino animal.

Ya lo decía Dawkins, con su teoría del gen egoísta, la maquinaria genética se cerró en el núcleo de una célula eucariota como mecanismo para preservar el lenguaje químico de la vida.  Este código se ha mantenido desde el primer organismo y traducido en diferentes diseños para garantizar su permanencia.

La selección natural, mediante la lucha por los recursos y el espacio, durante miles de millones de años ha servido para perfeccionar el sistema de interacción, mediante una fina coordinación entre el sistema nervioso y el endocrino para llevar a cabo las funciones vitales.  

Son pocas las proteínas pero muchas o casi infinitas las posibilidades de formar nuevos diseños de vida u organismos que al interaccionan con el medio serán o no exitosos en función de que superen los problemas de comunicación con su entorno. Millones de años de interacción han ido conformando una biota tan diversa que ha cambiado la faz del planeta, constituyendo una biosfera única en el Sistema Solar.