CREACION
DE UNA PIEZA DE DANZA CONTEMPORÁNEA
(cambio, transformación, viejo, nuevo,
esencia)
“La
ventana está cerrada y no nos llega la esencia porque la esencia es el olor de
las cosas, el ser de las cosas. El olor
que queda cuando las hojas de la terraza se mojan y se desprende un olor a
humedad, a hongos, a la esencia de la vida, de la muerte, …., a la materia que
nos rodea, esencia de lo “no material”, lo que verdaderamente nos importa, nos
conmueve.
La
esencia de mujer, perfume de mar; aire que sopla y nos roza la cara; la esencia
de ser hombre, la esencia de ser hijo, de su autentica realidad de vida, la
esencia de la herencia, de sus genes. La esencia del sentirse de donde se nace,
la esencia de ser, canario, de vivir, en Canarias. La esencia de la cultura,
del haber vivido, del pasado, de lo que nos define y caracteriza, de estar
presente, de sentir tu propia esencia, de no avergonzarte de ella.
La
esencia de tu ser, fragancia de tu ser, hormonas y fluidos corporales de un
cuerpo de mujer, esencia de madre, esencia de lucha, de amistad….
La
falta de esencia, la ocultación constante de la esencia por el qué dirán, ….
Correr por la calle sin sentido, sin objetivo ni meta, trabajar por el jornal,
buscar la esencia en la sociedad.
La
esencia se tiene. Tiene sustrato, tiene cuerpo. La cojo y la suelto. Me
embriago con mi propia esencia, fragancia de mi. La ventana sigue cerrada pero
me llega aire de fuera y me renueva. Son “ellas”, su esencia. Me encuentro en
un bosque, donde puedo oler la esencia. Me llega su olor, esencia de la madera
viva; respiro y , huele a limpio, a esencia pura, nadie la contamina, solo es.
Camino por una calle fantasma sin gente, sin esencias, solo puedo oler la mía,
me dedico a abrir ventanas y puertas cerradas para ver más allá. Cada objeto
tiene su esencia, cada ser tiene su propio olor característico, su esencia. Recorrer
las calles, paralelas a tu propia esencia, encontrarte contigo misma, sola, con
tu esencia”.
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