SERIE RELATOS
DE INVIERNO.
SANTA CRUZ
6-12-2014
LA LUNA Y LA CERVEZA
La luna luce en
lo alto y yo aquí en la tierra intentando brillar. Tomo un sorbo de cerveza y
atrapo un cacahuete de la bandeja esperando lo imposible. Una bicicleta pasa y
una conversación al lado. Pasos de tacón firmes y seguros. Mis suelas gastadas
apenas hacen ruido. El sentimiento de honda melancolía no me abandona. Tomo
otro sorbo de cerveza. Noto la espuma en la comisura del labio y se derrama un
poco del fermentado líquido. Entelequia humana, tan cerca y tan lejos, todavía
sin resolver.
Un villancico
de Navidad suena y languidece la terraza y yo, sigo sentada. Palpo y cojo otro
fruto seco. Lo mastico y vuelvo a alzar la copa. Esta vez, tomo un buen trago
de bebida y al posar, los invisibles rayos de la luna, atraviesan la copa. Ha
comenzado a llover…
A veces te
roban el alma y otras el cuerpo. La vida se consume o te consume. ¿Cómo se
dibuja la esperanza? Con el pincel de la infancia, con la travesura de un niño o
la sonrisa de un abuelo; con la barba de Santa Claus o atusándote el pelo.
Quiero ir
a Pekín, Nueva York, a Sendai o a la luna. Aquí sentada, tomando una
dorada cerveza a la luz de una amarilla luna, casi plena, casi llena, que nos
observa sin observar y que nos mira sin mirar, espero a unas amigas para ir a un festival.
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