lunes, 8 de marzo de 2010

Cambio climático y educación

La sociedad, por ser más consciente de los problemas, más conocedora ¿será quizá potencialmente más apta y comprometida para llegar a soluciones?. En principio parece que sí pero la realidad nos muestra que no, o al menos no tan directa su relación. En la charla de ayer, 3 de marzo de 2010, sobre la reunión de Copenhague de Cambio climático, celebrada en el salón de actos de la presidencia del gobierno canario, en Santa Cruz de Tenerife, el director de la agencia catalana de cambio climático, Giuseppe Garrigues, nos ofreció una panorámica sobre las dificultades de alcanzar acuerdos en el marco político sobre el cambio climático; a pesar de ser un problema globalmente aceptado. Se puede resumir la charla en falta de habilidades sociales, herramientas y grandes estrategias para la comunicación y negociación. Aunque seamos conscientes del problema, las actitudes y experiencias particulares, unidas al contexto cultural de cada territorio, juegan un papel fundamental y nada desdeñable para llegar a soluciones.
Normalmente todo lo reducen a un problema económico, pero si fuera así de fácil todo sería cuestión de echar números y ver tendencias. Sin embargo a mi no me gusta pensar en términos económicos reduccionistas sino en buscar porque se le dio ese valor y no otro, y qué leyes rigen los cambios de valores.
A mi me parece que el símil de la familia es muy acertado para ver la dificultad de comunicación entre diferentes, dentro de un mismo grupo y entre grupos de diferentes.
Si cada miembro de una familia representa un estado, y cada estado tiene intereses propios, con distinto grado de desarrollo o edad en este caso; la forma de ver o mejor la percepción de los problemas y las posibles soluciones son muy diferentes. Es muy complicado ponernos de acuerdo, pensar en las relaciones adolescentes padres o los niños frente a los adultos. En los modelos familiares hay unas funciones claramente separadas. El padre, la madre, los hijos, los hermanos, la pareja,…También hay muchos modelos de familia. Si todas las familias nos tuviésemos que poner de acuerdo en dar solución a un problema, os podéis imaginar lo que pasaría…
Los profesores de esto sabemos un poco, por las relaciones que se producen en un mismo espacio, aula, con mucha diversidad cultural, étnica, cognitiva, conductual, psicológica,.. y educativa; y en interacción con las disciplinas o materias que impartimos que más aún pueden entrar en conflicto con todo lo anterior. Sin embargo aquí tenemos un escenario para solucionar conflictos y aprender estrategias entre todos para resolverlos en un futuro. La educación es la única solución para cambiar actitudes, pero claro es a muy largo plazo. Las familias cuentan con la experiencia de las anteriores. Podemos aprender a reconocer lo positivo o negativo o incluso lo neutro pero nunca pretender reducir el comportamiento humano a números, o alguien lo ha hecho….
Maite

2 comentarios:

  1. Muy acertado el símil con la familia para demostrar lo diferentes, tanto en pensamiento como en edad mental, que somos!!
    No obstante, creo que una de las principales diferencias entre Estados y familias es que, en general, una familia se considera un grupo (tiene sentimiemto de grupo independientemente de los intereses personales) y por contra los Estados van por libre. No crees??
    Vane

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  2. Pues no sé que decirte, lo primero bienvenida y me ha hecho muchísima ilusón ver tu gadget en seguidores y tú aportación personal. Yo la idea de estado no la tengo tan clara, pero sí creo que es un invento humano y por tanto sujeto a las leyes y la moral que se esconde tras ellas; y eso creo que resume la cultura y la forma de ser de un grupo tan enorme, como por ejemplo los españoles. Lo bueno es viajar para sentirnos quizá un poco más grupo y entender a los demás. Por cierto que te recomiendo la peli de The reader, para reflexionar sobre estos temas de estado, nación o identidad cultural.
    Besines
    Maite

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