viernes, 20 de marzo de 2015

EL FLAMBOYÁN Y LOS PÁJAROS

SERIE ENSAYOS PARA APRENDER. NÚMERO 3 
Maite Pérez-Lozao 20-3-2015
Todas las mañanas me acompañan los cantos de los pájaros del Flamboyán de mis vecinos. No creo que sean ellos los que me despiertan, sino que ambos, somos despertados por algún mecanismo oculto en nuestras entrañas. Efectivamente, el tronco encefálico procesa la información, de los intero y extero-receptores, (aquellos que registran los cambios físicos y químicos en el medio interno y externo, respectivamente), nos despierta, y le pide a los células que comiencen a pensar o hacer sus funciones. Es entonces cuando se liberan hormonas, y nos despertamos. Todas las causas parecen estar fuera de nosotros pero en realidad hoy, gracias a los avances en Neurociencias, somos capaces de entendernos cada vez más, solo es necesario un poco de auto escucha. 
La capacidad de tomar decisiones, cuando nuestro sistema de vigilia nos pone en situación de tomarlas, es decir, perfectamente conscientes y despiertos, nos permite planificar el día y decidir qué hacer y qué no hacer; es decir, organizamos nuestra agenda personal. 

Las personas somos capaces de modificar nuestro comportamiento, actitud y mejorar nuestras capacidades en términos de inteligencia relacional, analítica, representativa y efectora de movimientos, tan coordinados e inteligentes como son, el ballet clásico o tocar un instrumento musical, por citar los mas convencionales. Ahora, se suma la competencia lingüística, hablar más de una lengua es en sí mismo algo que mejora nuestra capacidad de actuación y elaboración. 
Hay que tener cuidado cómo el conocimiento científico pasa a la sociedad, porque la sociedad es un ente inteligente que funciona solo y responde con otras acciones que pueden ser desfavorables, teniendo, en principio, una finalidad loable.

Si la plasticidad del cerebro es un hecho ya admitido y se traduce en que las conexiones crecen, se ramifican y se alargan los axones, durante el proceso de maduración para relacionar, de una forma más eficiente, las neuronas con sus centros de ejecución, resultaría que cualquier proceso de aprendizaje debiera actuar a favor de incrementar la capacidad de resolución de la especie. No solo saber inglés es bueno, también la danza, el deporte, el teatro y numerosas actividades que contribuyen a moldearlo, pero también la exigencia puede alterar los sistemas de recompensa del cerebro y podemos estar haciendo el efecto contrario. 

Dejar fluir a los cerebros en armonía con el medio esa seria mi mayor contribución a la felicidad y bienestar de las personas que, si disfrutan con lo que están haciendo, porque lo han decidido, no se producirá un stress a la hora de realizar conexiones, sin olvidar que venimos programados desde que nacemos. 
Quizá, la evolución próxima de nuestro cerebro sea la de crear una zona más intocable para no dañar su función. Quién sabe, eso no lo veré pero lo puedo pronosticar o predecir en un plazo no muy largo, mientras esté viva.


Maite 20-3-2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario