martes, 31 de marzo de 2015

LA DANZA Y EL RIDÍCULO

Resulta que hay cosas ridículas o quienes las miran les parecen ridículas. El ridículo no es una condición humana, es un estado del juzgar que surge de una acción que resulta a los ojos de alguien. El ridículo a estar fuera de lugar, de contexto, a no saber hacer, … El ridículo es resultado del hacer o del no hacer. Hablando de arte, la performance, la danza o mostrar algo hecho en un espacio público, es decir exhibirlo, puede también ser tachado de ridículo. Sin embargo, el arte es investigación, salirse de los convencionalismos, cambiar el ojo con el que se mira el mundo para ponerlo patas arriba y buscar de nuevo una posible reconstrucción a ojos de un artista. Y la experimentación, también puede ser ridícula.
Desde el punto de vista del arte y su comunicación, no puede haber ridículo, porque si no estaríamos negando la capacidad de expresión y cambio que cada individuo ofrece a su comunidad para seguir mejorando. 
Es la sociedad la que pone el calificativo de ridículo a muchas acciones que se revelan en su escenario. Reírse, llorar, nunca pueden ser ridículas, si bien hay situaciones que provocan la risa por ser tildadas de ridículas. Por ejemplo, expresar una emoción negativa con risas no esta bien considerado. Las emociones humanas son difícilmente educables aunque sí, como todo, reconducibles y ciertamente maleables. 
 El cinismo, entonces, ocuparía el papel que hace ocultar el ridículo. En mi opinión, hacer el ridículo forma parte de ese salirse del rol establecido y poder reírse de uno mismo y de la sociedad para sentirnos todos más humanos, más iguales. 
Unirnos ante el bien, más que con el mal, es algo más complejo. Alegrarnos de que a alguien le va bien mientras que a otro le va mal, resulta difícil de encajar. Sin embargo, cuando alguien esta mal la empatía y la solidaridad constituyen un valor con alto reconocimiento social y un logro en la evolución humana, pero la alegría compartida resulta más compleja y solo cuando está en algo muy lejano a uno y fuera del contexto sí se recibe con júbilo.  Los pequeños logros de la vida, factibles, son los que marcan sutiles diferencias difíciles de aceptar.

 Seamos ridículos para ser mejores personas, porque todo aquello que se establece con solidez llega a hacer grietas con el paso del tiempo y ya en tiempos presentes no es valido, romper las estructuras de lo establecido es casi obligado para evolucionar y hacernos mejores todos los componentes de la sociedad en la que estamos formando parte y que construimos entre todos. La homogeneización, entonces, casi resultaría ridícula porque iría en contra de la diversidad como valor de cambio. Viva el ridículo y los escenarios que permiten ponerlo en escena. 

viernes, 20 de marzo de 2015

EL FLAMBOYÁN Y LOS PÁJAROS

SERIE ENSAYOS PARA APRENDER. NÚMERO 3 
Maite Pérez-Lozao 20-3-2015
Todas las mañanas me acompañan los cantos de los pájaros del Flamboyán de mis vecinos. No creo que sean ellos los que me despiertan, sino que ambos, somos despertados por algún mecanismo oculto en nuestras entrañas. Efectivamente, el tronco encefálico procesa la información, de los intero y extero-receptores, (aquellos que registran los cambios físicos y químicos en el medio interno y externo, respectivamente), nos despierta, y le pide a los células que comiencen a pensar o hacer sus funciones. Es entonces cuando se liberan hormonas, y nos despertamos. Todas las causas parecen estar fuera de nosotros pero en realidad hoy, gracias a los avances en Neurociencias, somos capaces de entendernos cada vez más, solo es necesario un poco de auto escucha. 
La capacidad de tomar decisiones, cuando nuestro sistema de vigilia nos pone en situación de tomarlas, es decir, perfectamente conscientes y despiertos, nos permite planificar el día y decidir qué hacer y qué no hacer; es decir, organizamos nuestra agenda personal. 

Las personas somos capaces de modificar nuestro comportamiento, actitud y mejorar nuestras capacidades en términos de inteligencia relacional, analítica, representativa y efectora de movimientos, tan coordinados e inteligentes como son, el ballet clásico o tocar un instrumento musical, por citar los mas convencionales. Ahora, se suma la competencia lingüística, hablar más de una lengua es en sí mismo algo que mejora nuestra capacidad de actuación y elaboración. 
Hay que tener cuidado cómo el conocimiento científico pasa a la sociedad, porque la sociedad es un ente inteligente que funciona solo y responde con otras acciones que pueden ser desfavorables, teniendo, en principio, una finalidad loable.

Si la plasticidad del cerebro es un hecho ya admitido y se traduce en que las conexiones crecen, se ramifican y se alargan los axones, durante el proceso de maduración para relacionar, de una forma más eficiente, las neuronas con sus centros de ejecución, resultaría que cualquier proceso de aprendizaje debiera actuar a favor de incrementar la capacidad de resolución de la especie. No solo saber inglés es bueno, también la danza, el deporte, el teatro y numerosas actividades que contribuyen a moldearlo, pero también la exigencia puede alterar los sistemas de recompensa del cerebro y podemos estar haciendo el efecto contrario. 

Dejar fluir a los cerebros en armonía con el medio esa seria mi mayor contribución a la felicidad y bienestar de las personas que, si disfrutan con lo que están haciendo, porque lo han decidido, no se producirá un stress a la hora de realizar conexiones, sin olvidar que venimos programados desde que nacemos. 
Quizá, la evolución próxima de nuestro cerebro sea la de crear una zona más intocable para no dañar su función. Quién sabe, eso no lo veré pero lo puedo pronosticar o predecir en un plazo no muy largo, mientras esté viva.


Maite 20-3-2015

domingo, 1 de marzo de 2015

LA SINFONÍA DE LA VIDA

SERIE ENSAYOS PARA APRENDER . NUMERO 2

Maite Pérez-lozao 1-3-2015

El cuerpo se esta haciendo ligero. Mis huesos se adelgazan, no pesan. Mi tórax esta adelgazando. Las sensaciones en la cama anuncian grandes realidades. Estar despierto y consciente de los cambios de tu cuerpo, es un ejercicio bueno al iniciar el día. Hacer un chequeo rápido de lo que ocurre en tu "casa". 
Si analizas la respiración, con un control nervioso automático y, notas que necesitas recargar tus pulmones, rápidamente ingieres una inmensa bocanada de aire fresco y, compruebas, lo fácil que es mandar una orden de "quiero aire" ; por el contrario, decir no voy a respirar y hacerlo también es fácil , al menos por unos instantes. Sin embargo, dejar de respirar de forma voluntaria, para siempre, seria imposible de hacer. Iría en contra de lo que viene programado: el instinto de supervivencia. Nuestro organismo es inteligente. Estamos preparados o programados para vivir.

La mente controla el cuerpo en todo momento, incluso durmiendo. Si acaso llegásemos a soñar que no respiramos y nos lo creemos, es decir nuestro cuerpo se lo cree, ¿podríamos llegar a parar nuestra propia máquina? No pienso que esto pueda llegar a ocurrir. 
Si el cuerpo le informa a la mente que necesita aire, de forma instantánea, nuestros centros nerviosos que lo regulan, activan a los músculos íntercostales y diafragma y, automáticamente, el aire entra a nuestros pulmones y de ahí se inicia el camino hacia los tejidos para su consumo.
Entonces, ¿es el cuerpo el que controla a la mente? La respuesta mas sensata es que tanto mente como cuerpo actúan de forma coordinada, es decir, si uno recibe una información el otro responde, siendo la vía involuntaria y automática la primera en responder. 

 De acuerdo con la importancia de la información, la vía mental puede responder con una orden más elaborada. Este proceso se ha ido depurando con la evolución animal. No hay tiempo ni energía que perder en analizar todas las informaciones de una forma consciente. Por eso, tenemos unos centros nerviosos autónomos y alternativos como la médula y tronco encefálico, que ejercen o captan estas sensaciones, y sin necesidad de control voluntario responden automáticamente; y otros más refinados como el tálamo e hipotálamo que chequean todas las sensaciones y las envían al cerebro para tomar una decisión, en este caso más racional, más compleja.

Necesidades automáticas fijas, como es la respiración, no requieren de un control consciente permanente. Nuestra mente y nuestro cuerpo funcionan totalmente coordinados y casi siempre de forma involuntaria o no consciente. Mantener la conciencia sería, en términos energéticos, muy poco eficiente. 
Por eso, nuestra conciencia de la mente y un cuerpo separados es real aunque de forma rigurosa no es cierta. Están en intima conexión. Son las piezas que conforman la maquinaria del organismo; todas tienen su función y están inervadas para su conexión con el sistema director, el que coordina y orquesta todas nuestras sensaciones y pensamientos: el sistema nervioso. 

Todos los mensajes llegan a este sistema nervioso y cada nivel o centro nervioso tiene su responsabilidad de unas partes del organismo o maquinaria. Una red de nervios en comunicación con órganos y glándulas que están constantemente trabajando, viviendo, es decir, siguiendo una partitura vital.  Siguiendo con este símil, si faltasen instrumentos, órganos, no se podría "tocar" la sinfonía de la vida. 

En conclusión, aunque sentimos separados el cuerpo como masa muscular y huesos y vísperas con sensaciones placenteras o no, de la mente, los pensamientos e imágenes de nuestra visión o interpretación de la realidad están perfectamente ensamblados y la información va y viene en un sentido u otro, y todas ellas, bajo control nervioso consciente o inconsciente según sea el tipo información que se este procesando. 

En definitiva, las funciones que caracterizan a un ser vivo como nacer, crecer, desarrollarse y mantenerse vivo están constantemente orquestadas por nuestro organismo inteligente en relación con un entorno con el que esta constantemente intercambiando información. Poder dormir para descansar y dejar de recibir información consciente o inconsciente constituye también un mecanismo conseguido que nos permite limpiar y preparar al organismo, mente y cuerpo, para una nueva sesión de vida. 

Parase a escucharse en la mañana, en un acto de consciencia de vida, puede ser el primer paso para llegar a entendernos, comprendernos y , lo mas importante, cuidarnos. 

EL DIA DE

SERIE ENSAYOS PARA APRENDER. NUMERO 1



Maite Pérez-Lozao Macías 26-2-2015

Mañana es el día de las enfermedades raras, habrá que hacer algo para celebrarlo. Cuestiones raras en el fondo. Una enfermedad rara es aquella poco frecuente, es decir, con una incidencia muy baja, que afecta a pocos individuos de una población. Muchas de ellas son crónicas, que se prolongan en el tiempo; la mayoría, de origen genético y de difícil diagnóstico. 
Habrá muchas enfermedades raras sin contabilizar. Con algunas se tarda 5 años en conocer su existencia y otras permanecen en el anonimato por no saber el mismo paciente que está ante una enfermedad, llamémosle "rara".
La medicina preventiva ha avanzado mucho y poco, según como se mire. Normalmente un individuo no va al medico ante un primer síntoma, pues ni quiere estar enfermo ni el sistema absorbería tantas personas. ¿Qué hacer?. Pues yo propondría crear centros de detección precoz y escucha para ayudar al diagnóstico en algún centro escolar como son los centros educativos, como por ejemplo el departamento de Orientación, para canalizar las posibles dudas y sensaciones que adviertan de algún tipo de enfermedad rara. 
Otra cosa que se me ocurre, es que en los mismos hospitales hubiera un departamento específico de “escucha”, denominado de síntomas y patologías, que con independencia de la medicina general tuviese una entidad propia, y conectado a un centro de diagnóstico definitivo e investigación especializado en enfermedades raras. No se si existirá ya algún equivalente.
Pedir dinero con la boca grande no parece ser una solución sino proponer alguna posible vía o propuesta para ser estudiada y que sea viable. Entonces, quizá, si se tendría en cuenta el problema y quizá se daría dinero o al menos se tendría en cuenta su posibilidad, y no esperar a que uno tenga la enfermedad o le afecte de alguna manera, para empezar a pensar en remedios particulares y no en soluciones generales. Puede que este sea el sentido para celebrar los "días De".

Propongo abrir un buzón de ideas, paralelo a las celebraciones de los "días De", porque, al igual que yo he hecho una reflexión y apuntado algunas ideas y propuestas, seguro que habrá muchas más y mucho más elocuentes y pensadas que las mías. Se me ocurre cambiar la terminologia: Qué lo raro se convierta en algo común y que sea considerado, más que raro, simplemente, complejo. De momento, tuitearlo, a ver qué pasa.