viernes, 13 de septiembre de 2013

LA PÉRDIDA DE LA IDENTIDAD


La cuarta página. El pensamiento vagabundo de Jordi Soler. 7-11-2013

“El arte más grande de todos es seguir siendo uno mismo”. Pierre de Montaigne.

Cualquier cosa que le sucedía provocaba una reflexión, una hipótesis, una sentencia, vivía concentrado en vivir para después dar cuenta de ello por escrito, para alimentar su pensée vagabonde que llevaba una sola dirección, la del ensayo que estaba escribiendo, o dictando, porque como él mismo sentencio “quién quiere estar en todas partes no está en ninguna”.

Tu intelecto te incita a escribir para intentar atrapar una idea o pensamiento y analizarlo minuciosamente para elaborar alguna conclusión de vida. Hoy, mi conclusión, después de leer a Jordi Soler en la maravillosa ventana al mundo de la cuarta página de el diario El País, se me ocurre que bien hace la reflexión que te lleva a interpretar el mundo que te rodea y poder adaptarte a él. Al ensayar tus pensamientos en público la pretensión es cambiar un poco, impresionar o conmover de alguna manera, serena, pacifica y sin cizalladuras, marcar tu espacio y contribuir a la esfera de lo social.

 Elaborar un discurso coherente, por escrito, honesto y sincero no solo hace mejor a las personas, como individuos, sino a los grupos pertenecientes a esa sociedad. Exponer tu propia esencia, añadir un poco de lo tuyo a los demás y beber las mismas melodías proporciona bienestar. A la contra, la presión, desde la esfera de lo social va siendo de tal magnitud que la propia identidad es vapuleada, como canto rodado, al son de la corriente. Las redes sociales, al igual que las manadas, van marcando los ritmos y melodías de la vida. Así proliferan los sitios de publicación masivos e interconectados porque, aunque estemos acompañados, seguimos estando tan aislados que en vez de caminar con nuestros pensamientos caminamos también con el de nuestra manada con la que nos sentimos seguros y arropados. Quizá, si sigo mi reflexión de la mañana, llegaremos en un futuro cercano a perder nuestra identidad a favor de la identidad social simplemente por adaptación a los medios. 

2 comentarios:

  1. Conservar la identidad personal y no permitir que se someta a la social es un trabajo diario y duro pero también muy satisfactorio. No se trata de albergar pretensiones de convencer al otro de nuestras posturas sino, simplemente, de no dejar de reconocernos a nosotros mismos.

    Muy interesantes tanto tus reflexiones como las de Jordi Soler.

    Nos vemos pronto.

    Un beso

    MYRIAM

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  2. Gracias amiga, un beso enorme por ser tú y apreciar a los demás

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