lunes, 30 de septiembre de 2013

Una ventana en la ventana


Rebeca estaba sentada esperando en la consulta del dentista. Sabía perfectamente que tendría una hora para descansar. Había estado toda la mañana en el ordenador y su cuello estaba cargado. Comenzó a estirarse sin ningún reparo. Solo tenia enfrente una mujer de mediana edad leyendo una revista del corazón y, un padre con su hijo, ambos enfrascados en sus móviles. Ladeo la cabeza para un lado y para el otro y, de repente, se fijo que alguien la estaba mirando desde la ventana. No estaba segura de conocer aquel rostro pero pensó que él sí la conocía. Colocó su cuello en la vertical y se afanó en la ventana. La persona ya se había ido, pero podía recordar su imagen: moreno, pelo rizado, con gafas y labios gruesos. Recordó todas las caras conocidas pero no daba con la persona. Aferrada a la ventana como un halcón observando a su presa, no se dio cuenta de que la habían llamado. Rápidamente salió de su estado y contestó: “sí, sí, aquí”. “Pase, por favor”, le dice la enfermera, “el doctor le espera”. Cuando entra en la habitación reconoció inmediatamente el rostro en la cara del doctor y pensó atónita: No había ventanas en la consulta, eran grandes cristaleras opacas. 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Podrías pensar ...


Podrías imaginar
 que ya no estoy contigo,
que ya no formo parte de ti.
que no podrás compartir,
ni tan siquiera un whatsApp
 pues ya no estaré “en línea”.

 Podrías valorar las pérdidas,
pues ahora serían eso, perdidas.
 Podrías pensar
que ya no tendrías una mano amiga,
que ya no estoy a tu lado,
que soy solo vacío, dolor, pérdida,…

 Podrías pensar
que sería difícil encontrar
a alguien como tú,
que tú tienes algo especial,
algo que no sabrías explicar
pero sabes que por eso te gusta.

Podrías pensar que ”lo mismo”
 significa para todos igual;
 podrías pensar
que tenías que haber dicho algo
que ya no podrás remediar.

Podrías haber hecho planes conmigo,
 haber tenido tiempo para estar….
 Podrías haber pensado que existo,
que pongo brillo a tu gris existencia,
que paso horas pensando en ti.
 Podrías pensar que te amo. 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

APRENDICES DE POR VIDA

La construcción de conocimiento por aprendizaje es un proceso diferente para cada persona. Cuando intentamos generalizar el aprendizaje nos damos cuenta que solo vale para algunos. Es un intento de  organizar nuestros pensamientos con unas rutinas de trabajo, de fácil acceso, que gasten poco y se puedan ir traduciendo a un conocimiento solido para resolver nuestros problemas vitales.
Es el aprendizaje una actividad que no para y no nos da descanso ni durmiendo. Interrumpir de vez en cuando acciones que consumen mucha energía es bueno para encontrar sentido a lo que nos ronda por la cabeza.
Generalizar, hacer leyes, conjeturas, paradigmas no son mas que intentos de aproximación a la realidad que solo palpamos pero no llegamos a comprender. 

lunes, 16 de septiembre de 2013

Encerrada en mi


Encerrada en mi
al despertar,
 quiero salir de ahí,
 de donde estoy,
regresar al pasado,
vivir el presente,
volver a vivir.

Disfrutar, amar,
ser feliz.
No quiero ser yo,
quiero descubrir otros yo.
Renacer, sentir,
 sensaciones placenteras,
momentos de felicidad.

viernes, 13 de septiembre de 2013

LA PÉRDIDA DE LA IDENTIDAD


La cuarta página. El pensamiento vagabundo de Jordi Soler. 7-11-2013

“El arte más grande de todos es seguir siendo uno mismo”. Pierre de Montaigne.

Cualquier cosa que le sucedía provocaba una reflexión, una hipótesis, una sentencia, vivía concentrado en vivir para después dar cuenta de ello por escrito, para alimentar su pensée vagabonde que llevaba una sola dirección, la del ensayo que estaba escribiendo, o dictando, porque como él mismo sentencio “quién quiere estar en todas partes no está en ninguna”.

Tu intelecto te incita a escribir para intentar atrapar una idea o pensamiento y analizarlo minuciosamente para elaborar alguna conclusión de vida. Hoy, mi conclusión, después de leer a Jordi Soler en la maravillosa ventana al mundo de la cuarta página de el diario El País, se me ocurre que bien hace la reflexión que te lleva a interpretar el mundo que te rodea y poder adaptarte a él. Al ensayar tus pensamientos en público la pretensión es cambiar un poco, impresionar o conmover de alguna manera, serena, pacifica y sin cizalladuras, marcar tu espacio y contribuir a la esfera de lo social.

 Elaborar un discurso coherente, por escrito, honesto y sincero no solo hace mejor a las personas, como individuos, sino a los grupos pertenecientes a esa sociedad. Exponer tu propia esencia, añadir un poco de lo tuyo a los demás y beber las mismas melodías proporciona bienestar. A la contra, la presión, desde la esfera de lo social va siendo de tal magnitud que la propia identidad es vapuleada, como canto rodado, al son de la corriente. Las redes sociales, al igual que las manadas, van marcando los ritmos y melodías de la vida. Así proliferan los sitios de publicación masivos e interconectados porque, aunque estemos acompañados, seguimos estando tan aislados que en vez de caminar con nuestros pensamientos caminamos también con el de nuestra manada con la que nos sentimos seguros y arropados. Quizá, si sigo mi reflexión de la mañana, llegaremos en un futuro cercano a perder nuestra identidad a favor de la identidad social simplemente por adaptación a los medios. 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

domingo, 1 de septiembre de 2013

REBECA: "LAS HORMIGAS"


Una hormiga paseaba por el flanco derecho de la mesa del escritorio de Rebeca. Ella se la quedó mirando y decidió eliminarla con una simple presión de su dedo índice. Al momento, otra hormiga por el flanco izquierdo osaba pasar entre el pasillo creado entre su ordenador y la primera torre de libros y carpetas que siempre tenía en su mesa. La hormiga se quedó adherida a su dedo medio. La expulsó con un movimiento de su dedo medio contrario apoyándose en el pulgar. Se había pasado toda la mañana limpiando y ordenando su casa. Estaba agotada y aburrida. Las tareas del hogar son inacabables, pensaba Rebeca, mientras retiraba el sudor de su frente con su mano derecha.
El cadáver de la primera hormiga yacía patas arriba, junto a su cartera de viaje. Una tercera hormiga se desplazaba rauda y veloz por debajo de sus aparatos electrónicos. Nada que hacer, tres fallidos intentos y la hormiga seguía viva. Tendré que tomarme en serio a las hormigas y buscar por donde entran o cual es su nuevo hormiguero. 
Todavía tenia encima de su mesa el catálogo de los templos neolíticos y el mapa de Francia, una bolsa de plástico sin nada y unas cuantas piedras sobre una bonita caja nacarada en el borde de la mesa. Los paquetes de carpetas, con todos sus trabajos y proyectos, estaban fijos e instalados como los acampados en las plazas. No nos moverán, se decía una y otra vez, recordando su participación en la última quedada para impedir el desahucio de la oficina de sus amigos los catalanes. 
Miró el reloj y en vista de que no aparecía ninguna hormiga mas decidió darse una ducha para refrescarse y salir a por la cena a un 24 horas que había cerca de su casa.