sábado, 31 de diciembre de 2011

Lo más íntimo



EL DISCURSO DE FIN DE AÑO

Siempre pensé que la vida era un regalo, un regalo de nuestros padres, fruto de un amor compartido o, simplemente, de un encaje deseado.
Siempre he vivido el momento pensando que quizá mañana ya no estuviera aquí.

Con el tiempo me he convencido de que ese sentimiento que denominamos amor, difícil de explicar y fácil de compartir, es el auténtico motor de nuestras vidas. Todo lo que hacemos con amor sale bien y nunca puede ser reprochado: perdonas por amor, aguantas por amor y confías por amor.

Cuando hay verdadero amor, cariño y un querer incondicional, y salpica a todo, entonces gozas de una verdadera motivación. Si el amor químico es innato, las relaciones de tu yo y los demás deben ser fáciles y duraderas.

La incomprensión, el desamor o el no ser correspondido es al peor de los retos que nos enfrentamos. Envejecer sin amor, sin el cariño de los demás debe ser de lo más duro emocionalmente hablando.

¡Gracias destino por haberme dado tanto amor!

1 comentario:

  1. Maite:

    Espero que en esta ocasión puedas leer mi comentario. En el anterior, que nunca recibiste, te decía básicamente que me había gustado mucho esta entrada del versus por la verdad que encierra y por estar llena de sensibilidad. Y también te comentaba que es muy fácil quererte, porque demuestras a diario una idea de la amistad que es imposible no compartir.

    Así que gracias a ti por ser como eres y por regalarnos tu amor a todos los que formamos parte de tu universo.

    Un beso y feliz 2012.

    MYRIAM

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