miércoles, 27 de enero de 2010

Nuestra presencia

Es muy importante nuestra actitud ante las situaciones o problemas de la vida. Estar presente, o no estar presente, implica o mueve nuestro espacio social. A veces no se quiere estar del todo y no es fácil camuflarse o aparentar normalidad. La posibilidad de dar rienda suelta a nuestras emociones, sentimientos o frustaciones con otros lenguajes como el dancístico, se convierte en una válvula de escape. Cuando un cuerpo de bailarines está en un escenario te permite pasar a otro plano o analizar también y aprender. Cuando a través de la danza se pretende llamar la atención para cambiar, o simplemente actuar, tenemos la posibilidad de compartir "espacio" con creadores, o sencillamente disfrutar.

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