Hoy he leído una noticia en la prensa local de Santa Cruz que me ha sorprendido: "El informe Pisa incluirá un examen sobre conocimiento financiero en alumnos de 15 años, tras un acuerdo alcanzado entre la OCDE y el banco español BBVA". El estudio se hará en 19 países, entre ellos España, Estados Unidos, Brasil y Colombia. Éstos justifican la educación financiera como clave para la sociedad. Existe una red Internacional de Educación financiera promulgada desde la OCDE y por su parte el banco ha puesto en marcha varios programas de educación como "Valores de futuro". En 2009 la entidad financió un plan global de educación financiera con 26 millones de euros. (EFE, Madrid)
La educación parece ser el remedio de todo. Si hay crisis financiera, se apela a la educación ; si hay falta de conciencia del riesgo, también recurrimos a la educación. ¿No será que nos estamos equivocando y los problemas de la sociedad no son más que adaptaciones a los sistemas creados por nosotros y que después pretendemos resolverlo con educación, es decir con más cambios?.
Es cierto que la educación modela a las personas, el problema es qué queremos o mejor qué podemos realmente hacer. Yo me inclino por no poner tantos sustantivos a la educación; y arreglar los problemas presentes con herramientas del presentes no con estrategias visionarias para el futuro. Nuevas crisis existirán, nuevas propuestas, educación para vivir con robots o educación para vivir en la anoxia, pero seguro que en una generación habrá cambios y la adaptación es difícil. Aprendamos a vivir en crisis permanente y olvidarnos de poner tantas etiquetas para parecer que comprendemos los problemas; estudiarlos de verdad, con tiempo, y entre todos arbitrar soluciones, pero no imponer las nuestras. Todos somos diferentes y no podemos recibir la misma educación, o lo que es lo mismo, el mismo trato. Los fines están claros, los medios son complejos y los métodos diferentes. Evaluar, al final, es fácil; mientras el proceso, es menos evidente.
Aprender a cocinar, coser, cantar, pintar, amar, sentir, vivir...Yo personalmente creo que lo más importante es educar en el conocimiento, en cómo se consigue y en aceptar la diversidad, y no precisamente intentar igualar con la educación, porque precisamente los modelos educativos son muy diferentes y las formas de educar también, pero en lo que tenemos que estar de acuerdo es en lo que queremos conseguir o a dónde queremos llegar, siempre pensando en cada individuo y no en el beneficio de un grupo de poder, porque acabaremos siendo un ejercito o una plaga y comportándonos cono un organismo único y en beneficio del grupo.
Educar para la política, educar para vivir en pareja, educar para tener o no tener hijos, educar para salvar vidas, educar para consolar a los demás,...creo que ya está todo inventado, pero nos estamos apartando cada vez más de lo natural. Estamos en un mundo no solo virtual sino imaginario, inexistente, ficticio, ahora bien si queremos educarnos todos para vivir en este mundo artificial, tendrá que haber educación artificial, seguro que cuando nos sustituyan las máquinas la tendremos.
Es un espacio íntimo para la expresión escrita: relatos cortos, poesías, ensayos,... y, en general, borradores, apuntes, notas de momentos de inspiración que no quiero perder y recuerdos para el futuro.
miércoles, 23 de febrero de 2011
jueves, 17 de febrero de 2011
TRÍPTICO
Sencillez, brillo, sensatez,
Día, noche, atardecer.
Composiciones, oposiciones,
Contrastes y pareceres.
Lo que a una le falta,
A las otras le sobra;
Lo que una reserva,
Las otras lo expresan;
Lo que una necesita,
Lo tienen las otras.
Cuando una falta
Su ausencia se nota,
Cuando una está triste
Lo amplifican las tres.
Equilibrio, amistad, calidez,
Ahora, antes, después.
Día, noche, atardecer.
Composiciones, oposiciones,
Contrastes y pareceres.
Lo que a una le falta,
A las otras le sobra;
Lo que una reserva,
Las otras lo expresan;
Lo que una necesita,
Lo tienen las otras.
Cuando una falta
Su ausencia se nota,
Cuando una está triste
Lo amplifican las tres.
Equilibrio, amistad, calidez,
Ahora, antes, después.
EL BODEGÓN
La multitud es,
cantidad, variedad,
grupo, ¿desorden?
Con orden o sin él,
en sintonía o sin ella,
un conjunto sí es.
El limón da la acidez,
la naranja, la lima,
El melocotón y el mango,
endulzan la escena,
El membrillo, a veces manzana y otras limón,
el mango, regordete y provocador,
¿Qué hace con dos naranja y un limón?.
Distancias les separan,
nada que ver,
falsos espejismos,
fruto de la imaginación,
Disfruta el momento,
Es pura concepción.
cantidad, variedad,
grupo, ¿desorden?
Con orden o sin él,
en sintonía o sin ella,
un conjunto sí es.
El limón da la acidez,
la naranja, la lima,
El melocotón y el mango,
endulzan la escena,
El membrillo, a veces manzana y otras limón,
el mango, regordete y provocador,
¿Qué hace con dos naranja y un limón?.
Distancias les separan,
nada que ver,
falsos espejismos,
fruto de la imaginación,
Disfruta el momento,
Es pura concepción.
miércoles, 9 de febrero de 2011
CULTURA VERSUS NATURA
Ayer, en mi programa de humor favorito, Buenafuente entrevistó al filósofo Jesús Mosterín. La diferencia entre cultura y natura, para este filósofo, radica en la transmisión de la información siendo ésta por aprendizaje social, para el caso de la cultura y, por vía genética, para la natura. Lo aprendido y lo adquirido. La cultura nos identifica como grupo. La cultura global nos identificaría y diferenciaría frente a otros mundos o planetas habitados. De momento, nos conformamos con Internet, un mundo por explorar. Otra forma de vernos y analizarnos.
martes, 8 de febrero de 2011
Atrapada por la RED
Hoy es un día para recordar. Me he dado de alta en la famosa red facebook, aunque no he visto la peli que trata sobre su origen. He flipado con la de amigos potenciales que te ofrecen y de cuántos amigos reales hay ya metidos. Mi interés personal radica en que me hagan fácil la vida, que me lleguen mensajes sin pedirlos, y supongo que esa es la filosofía que se esconde detrás. Si estás aburrido, navegar en internet con rumbo o sin rumbo es toda una aventura, y la información va hacia ti sin pedirla, no tú hacia ella. Claro que visto así, acabaremos todos en ese muro, que todavía no se si va de muro para grafitis o muro en sentido literal, retenidos, aplastados o saltando de alguna manera para sentirnos diferentes.
miércoles, 2 de febrero de 2011
TODO VALE
Las mañanas comenzaban siempre con una agradable reunión de amigos en un café. Unos desayunan por segunda vez, su café y su pulguita y otros simplemente saboreaban un juguito, un cortadito, o incluso una sencilla infusión de poleo o manzanilla. Pronto se hizo una costumbre y cada mañana se repetía el mismo protocolo: conversaciones sin grandes pretensiones, intercambios de cómo habían sido los respectivos fines de semana, comentarios de noticias o curiosos chismes y cuitas de sus hijos.
Una mañana se disparó una acalorada discusión entre dos contertulios, frecuentemente enfrentados por sus diferentes visiones y posturas ante el mundo. Hablaban de uno de sus temas preferidos, la educación. Se comparaban sistemas educativos, de diferentes países. Se llegó a afirmar que mejor nos iría si la educación fuera separada, niños por un lado, y niñas por otro. Las razones que se daban era el desigual desarrollo fisiológico. A la par se señalaban las diferencias de inteligencia entre hombres y mujeres para reforzar este argumento. Esto ocasionó un primer debate sin llegar a ninguna conclusión y se zanjó con el argumento de la posible subjetividad de los científicos, en concreto, de los especialistas en neurociencias.
Por otro lado se apuntaba el tópico de que se había igualado por debajo, en cuanto a nivel de exigencia o contenidos, en nuestro sistema educativo español, poniendo a los estudiantes más capaces en situación de gran desventaja.
Había entre los contertulios una profesora que al escuchar estos comentarios no dudó en saltar como un tiro a defender lo que para ella era una falsa acusación hacia todo un sistema, en el que ella se había formado y, además, tenía una fuerte convicción de que era bueno, al menos desde un punto de vista teórico. Resulta chocante pensar que los más capaces son los perjudicados y los más beneficiados los menos capaces.
Una de las contertulianas, plegó sus alas y decidió escuchar o quizá desconectarse de aquello que mucho la turbaba. No le gustaba discutir, siempre dejaba caer su opinión sin ofrecer mucho resquicio para la discusión.
Las cuestiones educativas son muy complejas. Es verdad que todo el mundo puede opinar, pero si dejamos en manos de todos, el “todo vale”, frase elegida por uno de los tertulianos para expresar su descontento con la educación en general, nunca nos pondremos de acuerdo en qué queremos y qué es mejor hacer.
Si nos separamos por sexos, o por capacidades, para obtener mejores resultados académicos, pero en etapas tempranas, quizá mejoremos a unos pocos pero empeoraremos a unos muchos. Hoy en día que vamos hacia las comunidades de aprendizaje, donde los grupos de personas aprenden los unos de los otros, necesitamos estar juntos, colaborar entre iguales, entre diferentes, aunque estoy de acuerdo que necesitamos un cambio de valores y de creencias, simplemente educación, y que volvamos a aceptar y reconocer a los expertos como en la antigüedad clásica, confiar en los verdaderos sabios para poder emitir juicios más justos, y contar con los ignotos, o los menos capaces, para aprender de ellos y mejorar entre todos los sistemas humanos.
Una mañana se disparó una acalorada discusión entre dos contertulios, frecuentemente enfrentados por sus diferentes visiones y posturas ante el mundo. Hablaban de uno de sus temas preferidos, la educación. Se comparaban sistemas educativos, de diferentes países. Se llegó a afirmar que mejor nos iría si la educación fuera separada, niños por un lado, y niñas por otro. Las razones que se daban era el desigual desarrollo fisiológico. A la par se señalaban las diferencias de inteligencia entre hombres y mujeres para reforzar este argumento. Esto ocasionó un primer debate sin llegar a ninguna conclusión y se zanjó con el argumento de la posible subjetividad de los científicos, en concreto, de los especialistas en neurociencias.
Por otro lado se apuntaba el tópico de que se había igualado por debajo, en cuanto a nivel de exigencia o contenidos, en nuestro sistema educativo español, poniendo a los estudiantes más capaces en situación de gran desventaja.
Había entre los contertulios una profesora que al escuchar estos comentarios no dudó en saltar como un tiro a defender lo que para ella era una falsa acusación hacia todo un sistema, en el que ella se había formado y, además, tenía una fuerte convicción de que era bueno, al menos desde un punto de vista teórico. Resulta chocante pensar que los más capaces son los perjudicados y los más beneficiados los menos capaces.
Una de las contertulianas, plegó sus alas y decidió escuchar o quizá desconectarse de aquello que mucho la turbaba. No le gustaba discutir, siempre dejaba caer su opinión sin ofrecer mucho resquicio para la discusión.
Las cuestiones educativas son muy complejas. Es verdad que todo el mundo puede opinar, pero si dejamos en manos de todos, el “todo vale”, frase elegida por uno de los tertulianos para expresar su descontento con la educación en general, nunca nos pondremos de acuerdo en qué queremos y qué es mejor hacer.
Si nos separamos por sexos, o por capacidades, para obtener mejores resultados académicos, pero en etapas tempranas, quizá mejoremos a unos pocos pero empeoraremos a unos muchos. Hoy en día que vamos hacia las comunidades de aprendizaje, donde los grupos de personas aprenden los unos de los otros, necesitamos estar juntos, colaborar entre iguales, entre diferentes, aunque estoy de acuerdo que necesitamos un cambio de valores y de creencias, simplemente educación, y que volvamos a aceptar y reconocer a los expertos como en la antigüedad clásica, confiar en los verdaderos sabios para poder emitir juicios más justos, y contar con los ignotos, o los menos capaces, para aprender de ellos y mejorar entre todos los sistemas humanos.
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