Eureka, nos hemos organizado (Maite, 2015)
Pocas
veces utilizamos eureka en nuestro lenguaje coloquial, pero sí la conocemos
asociada a descubrimientos de científicos relevantes, como Arquímedes, cuando
encontró su principio en la bañera. En el imaginario de las personas, las
palabras van cobrando significado y sentido, que no son lo mismo. Su
significado cobra sentido en el contexto, y de esta manera lo fijamos mejor. Sentirnos
un poco científicos o descubridores nos ayudaría a darle sentido, pero la norma
en este caso no influye en este aspecto. No cambia su sentido, es un cuestión
de convención. Las normas, a veces, no nos ayudan, a veces nos complican.
Si
buscamos el origen de la palabra para demostrar la norma, diríamos que debe
seguir siendo escrita como la escribían nuestros antepasados, en este caso los
cultos griegos. En el caso de eureka no se admite con c pero en el de eucariota
sí, si bien en inglés se mantiene con k. ¿Porqué se castellanizó eucariota de
raíz griega y eureka no? Quizá será porque en ciencia no importa tanto poner el
acento en este aspecto, lo verdaderamente importante es la propia acción que
antecede a eureka: Hallar, encontrar, descubrir, crear, ….
Si admitimos
la evolución en las formas y en el lenguaje, podríamos pensar que mientras no
se diga lo contrario, podríamos escribirlas de las dos maneras pues suenan
igual, como caca, cacofónico, caliente, ..... De momento eureka se escribe solo
con K. Quizá los expertos en normas, más cautos, vayan un paso por detrás de los
usuarios del lenguaje, y esperan que nos pongamos de acuerdo, si bien esta es
una cuestión todavía mas compleja. Esperemos usar mas la palabra eureka porque
eso querría decir que nos va mejor, no solo a nosotros sino a todo el conjunto
de la sociedad y quizá los expertos nos permitirían que eureka se escriba con
c.
Maite_PL.
Santa Cruz de Tenerife, 17-10-2015
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