La caja de la razón está llena de aire de sentimientos. La razón tiene
forma, los sentimientos no. El aire entra y sale, coloniza nuevos
territorios, salvajes, inhóspitos y desconocidos y, cuando suavemente se
deposita, vuelve a ser encerrado. Nuevas cajas los atrapan y adquieren otras formas, pero sigue siendo
aire, en cuanto se abre la tapa se escapa y ya no vuelve porque otro aire ya ha ocupado su sitio. Tendrá que buscar otro donde hospedarse.
Tormentas los sostienen, calmas los retienen, pero siempre están
ahí, incontrolables, libres y moldeables, en el aire y con el aire.
Toparse con tus sugestivas reflexiones on the air es siempre un placer, más aún en una mañana de domingo primaveral.
ResponderEliminarBesos, amiga.