sábado, 31 de agosto de 2013

RELATOS DE VERANO


MACEDONIA


Si algo se sabe a ciencia cierta que se va a estropear o perder se elabora una receta que, dando un toque de fiesta, arregla aquello que no tenía solución. Quien inventara esa receta tenía una mente previsora y necesaria para conservar y valorar.

En el poyo de la mesa, el bodegón se cubre de marrones tonalidades que anuncian su inminente podredumbre. Hoy tengo invitados a comer, haré pisto con tomates maduros y pimientos verdes a punto de perecer.

"Morder una fruta fresca recién cogida del árbol es un pequeño placer que se está perdiendo. Dedicarle tiempo a cuestiones consideradas banales no forma parte de la cultura urbana. Otros la recogen, la envasan, la conservan, la cortan y la transportan ya lista para comer".

Mientras se disipan estos pensamientos a ritmo con el exprimidor, me dispongo a cortar, sin intención de forma, todo el rosario de frutas desahuciadas que exhibían sus heridas marrones sin ningún rubor. Entonces, el jugo de doradas propiedades obra el milagro y crea la unión prevista: pócima mágica, sublime y armónica como es la macedonia.


sábado, 24 de agosto de 2013

RELATOS DE VERANO

NOCHE DE VERBENA

Suenan los voladores en la montaña. Anuncian el comienzo de la verbena. Las mozas calzan sandalias sintéticas de pedrería. No llevan chubasquero. (No les favorece con el atuendo). La nube se cierne sobre el pueblo y descarga su primera micción. La noche invita a la reflexión, a las contradicciones y al hastío. No pasa el tiempo, el reloj parece detener su mecanismo.

En la verbena, las luces de los caballitos y los coches de choque anuncian el gentío. La sidra y el botellón salpican ya el prado asturiano. Nadie baila, solo beben. Al día siguiente, la playa, no importa el tiempo que hace, solo pasar el día, juntos, camuflados con sus pensamientos. Alardes de simpatía, mochila caída sobre los hombros, luciendo la espalda desde su comienzo hasta el sacro.
De vuelta del mercado, el cielo se cubre de un manto blanquecino y las nubes grises se disipan. La marea despeja el lecho arenoso. La playa les espera.

viernes, 23 de agosto de 2013

RELATOS DE VERANO

LA TARDE

Eran las 4 de la tarde de una serena y lenta tarde de verano. Era Agosto, el sol lucía sin pudor, la hierba algo seca despuntaba y daba a aquel recinto un aire de pasado. De vez en cuando una avispa entraba por la puerta que se dejaba abierta para oler a fresco. El liquen anaranjado cubría los árboles en la sombría. Los arbustos rodeaban la casa, arreglada en el siglo XX, por la familia que residía en ella. Un viejo carro adornaba el jardín. No había flores, solo árboles frutales. Una pareja de gatos osados intentaron entrar esa misma tarde y la dueña los echo rápidamente. El sol seguía fuerte y las ramas del limonero comenzaban a moverse. La tarde estaba fuera. El sonido de los coches a lo lejos irrumpía en la estancia. La mosca zumbaba y la madera crujía. Alguien bajaba la escalera. Había que salir, la tarde ya era tarde y pronto el sol dejaría de calentar.

jueves, 1 de agosto de 2013

UNA CUESTIÓN DE INTERESES

Pensando en la educación como una vía para cambiar el rumbo, se me disparan pensamientos contradictorios, fruto de las experiencias vividas y de las numerosas entradas y opiniones leídas, no solo en artículos y periódicos de papel, sino en otros medios más comprimidos, extensivos y mucho más incisivos. Hay tantas formas de ver, sentir y pensar la educación que nunca podrá haber consenso ni acordar programas educativos. La educación me temo que es también una cuestión de intereses y como tales navegan al son del viento. Hubo épocas mejores, brillantes, ilustradas; hubo épocas peores, de sombras, de pocas luces, de orientaciones pedagógicas más o menos acertadas; y hay épocas de pérdida de esperanza o de pérdida, simplemente, que amenazan agujeros negros que nos atrapan sin más intención que la de su propia física, con intención gravitatoria y fuerza real. Así se va escribiendo la palabra educación, por los propios intereses de unos pocos, de algunos muchos y, sin lugar a dudas, de los aires globales que se van imponiendo con las presiones mediáticas que son las que gobiernan físicamente el mundo de lo subjetivo, el nuestro, el de los propios intereses. La necesidad de cambio o de mejora, o de supervivencia de la educación como herramienta para moldear una sociedad que gire en torno a determinados ideales o modos de vivir nos mantiene en alerta y en calidad de pensadores críticos para pasar a la acción. La necesidad, y no los intereses, debe impulsar soluciones de naturaleza educativa.