domingo, 25 de marzo de 2012

EL CALDO POSTMODERNO


Vivimos tiempos revueltos, cargados de negatividad, entes bipolares, neuróticos, protestones y algunas musas y duendes. Ya lo definió muy bien Zigmun Bauman, con el símil de la modernidad líquida. Cada vez la humanidad se disuelve más y más y lo individual se llega casi a anular. Nos ahogamos en este líquido, un caldo hecho a fuego lento, cocinado por todos y para todos, a la vez, con diferentes criterios pero todos presentes, así lo estamos configurando. Al final un caldo marrón, sin personalidad, brillo y frecuencia por definir de sabor amargo y pH ácido, insano.
Hay que echar el ancla y asir cualquier mano para formar islotes en este caldo postmoderno. ¿Volver a nuestros orígenes?. Extraños coacervados, seres sin conciencia, primitivos antepasados, copiotas inconexos. No hemos salido de ellos para constituirnos, de forma consciente, en una masa homogénea, estamos creando nuestro propio destino y sin más se diluye pasando desapercibidos, formando parte de ese plasma social que hemos orquestado desde la más pura de la consciencia: la humana.  

lunes, 5 de marzo de 2012

Capitulo 4. Café Paris

¿ Qué tal? ¿Tienes las encuestas?. Le requirió Jorge.
Aun no, contesto Rebeca. Estoy preparando una hoja de cálculo y un formato de presentación.
 Bien respondió Jorge y se volvió rápidamente a su ordenador.
 Lo tendré la semana que viene, ya sabes que necesito un tiempo para resolver otros problemas.
¿En que demonios andas metida?, pregunto Jorge
Te lo cuento si me invitas a un cafe.
Vale, eso está hecho.
 Jorge no podía ocultar un cierto resentimiento fruto de su larga relación con Rebeca. El era de ese tipo de hombres que no sabia mantener una amistad sin sexo. Sin embargo era muy paciente para esperar cualquier momento de debilidad de Rebeca para intentar una estrategia seductora. Seguía colado por ella. Se fueron caminando por la calle Herradores hacia el cafe París.
¿Que te apetece? Le pregunto Jorge.
Un té rojo y un trozo de tarta de chocolate. Respondió Rebeca.
Pediré lo mismo, por los viejos tiempos.
Charlaron animadamente de sus relaciones y sus problemas domésticos. Casi se le había olvidado el asunto de Rebeca y claro ella no iba a ser la que le animara a hacerlo. Hasta que llegó el turno de Rebeca y el se dió cuenta del giro que había dado su vida desde que decidieron romper, digamos de mutuo acuerdo, sin enfados y con las cuentas claras.
 ¿Por qué no me cuentas en que proyecto estas metida?
Pues es algo que llevo en la cabeza desde la Facultad, pero que ha requerido mucha observación y trabajo de campo para recopilar datos, y luego definir axiomas y postulados para empezar al tratamiento estadístico.
Pero, ¿qué te propones estudiar?
 El comportamiento humano. Respondió
¡El comportamiento humano!
Si, si, cálmate, es algo que me tiene obsesionada.
¿Por qué?
Pues en realidad no se bien porque pero creo haber dado con una ecuación que puede definir tendencias y eso creo que ayudaría a ser mas objetivos y consecuentes con nosotros mismos.
Estas loca Rebeca.
Tú me podrías ayudar
¿ Cómo?
 Pues cuando tenga los datos necesito un súper computador y tú conoces a Joan Servet en Barcelona que trabaja para la ATC, y podrías abrirme el camino para llegar a él.
Bueno primero enseñame el trabajo y después veré si te puedo ayudar.
 Apuraron el ultimo trozo de tarta casi a la vez. Rebeca saboreó el bocado mientras Jorge lo engulló, pagó la cuenta y salieron a la calle cada uno ensimismado como digiriendo mas lentamente la conversación que habían tenido.

sábado, 3 de marzo de 2012

Capítulo 3. Tecomo

Se bajo del tranvía en la Trinidad y comenzó a callejear como si de una turista se tratase. Se divertía imaginando otras vidas simultáneas a la suya, tan reales que ella misma se las creía. 
- Disculpe, ¿ Donde esta la calle Ciprés? Pregunto Rebeca a una joven que estaba sentada en un banco.
- Sorry, I can understand you-, 
- where are you  from ?, pregunto Rebeca. 
- I´m from Scotland, respondió.
 Rebeca se sentó atraída por aquella persona y rápidamente  comenzó una amistosa conversación en su perfecto inglés que había aprendido desde muy pequeña. Como me gustaría conocer esa tierra, pensaba Rebeca mientras la turista le explicaba como llegar a su destino.
- Tiene gracia yo vivo en Santa Cruz pero apenas me manejo por La Laguna- Le dijo antes de despedirse de Carly e intercambiarse sus direcciones de Facebook. 
Se encamino hacia  TECOMO, en la calle Ciprés,  52. Allí estaba Jorge, el director ejecutivo de la  empresa y socio fundador junto con Miguel, Bea y la propia Rebeca. Aunque ella había decidido separarse hacia ya dos años, seguía colaborando con  ellos de vez en cuando. Jorge era extremadamente delgado, alto y se había dejado la barba que a Rebeca tanto molestaba. Seria un desaire pensaba ella. .. y de repente un calambre  familiar le recorrió por el cuerpo desde el centro hasta las extremidades. Sin demostrar nada carraspeo y se acerco a darle un beso como acostumbraban los chicharreros mas castizos de Santa Cruz.